George Floyd alertó hasta 20 veces a los policías de que no podía respirar

Carmen G. Mariñas, R. P. LA VOZ / REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Un manifestante con una mascarilla en la que se lee «I can't breathe» (No puedo respirar) delante del Capitolio de los Estados Unidos en una protesta del movimiento Black Lives Matter
Un manifestante con una mascarilla en la que se lee «I can't breathe» (No puedo respirar) delante del Capitolio de los Estados Unidos en una protesta del movimiento Black Lives Matter MICHAEL REYNOLDS | Efe

«Deja de hablar, deja de gritar, se necesita mucho oxígeno para hablar», fue la respuesta del agente Chauvin

10 jul 2020 . Actualizado a las 11:51 h.

El afroamericano George Floyd, cuyo asesinato a manos de policías provocó masivas protestas raciales en Estados Unidos con el movimiento Black Lives Matter, alertó unas 20 veces a los agentes que le mataron de que no podía respirar, según una transcripción policial hecha pública este miércoles, de la que se hace eco la agencia Efe.

La transcripción sale de la cámara corporal de Thomas Lane, uno de los cuatro policías imputados en el caso y cuya defensa está intentando que se archiven los cargos en su contra al señalar al principal acusado, Derek Chauvin, de la muerte de Floyd.

«Me van a matar, me van a matar» se puede escuchar a Floyd decir a la Policía cuando lo tenían inmovilizado y boca abajo en el suelo. La respuesta del agente Chauvin fue: «Deja de hablar, deja de gritar, se necesita mucho oxígeno para hablar». Precisamente Chauvin fue quien asfixió a Floyd, presionando su rodilla contra su cuello durante más de ocho minutos

La transcripción demuestra que Floyd intentó colaborar con la Policía en todo momento, pero estaba completamente atemorizado, ya que en el pasado ya había recibido un disparo por parte de un agente. 

Con la publicación de la grabación, el abogado del agente Lane intenta que sea absuelto de los cargos. El policía le preguntó a Chauvin, el agente de mayor rango, si debían cambiarle de posición por sus gritos asegurando que no podía respirar, ya que sospechaba que estaba bajo los efectos de alguna droga. La respuesta del oficial fue que por ese motivo estaban esperando a una ambulancia, mientras seguía asfixiando a Floyd hasta que este perdió el conocimiento y falleció. 

Chauvin está acusado de asesinato en segundo grado y homicidio en tercer grado por matar a Floyd, mientras que sobre los agentes Lane, Thao y Kueng pesan cargos por ayudar e instigar al asesinato en segundo grado. Lane, que está en libertad bajo fianza de 750.000 dólares, ha argumentado que era su primera semana de trabajo en el cuerpo y que fue Chauvin quien tomó las decisiones que llevaron a la muerte de Floyd.

«I can't breathe»

«Voy a morir. Acabo de pasar el coronavirus, no quiero volver a pasar por eso. No puedo respirar. No puedo respirar (I can't breathe). Por favor que alguien me escuche» suplicó Floyd a los agentes.  

Según explica The Wahington Post a partir de las transcripciones, la Policía había acudido al local Cup Foods en respuesta a una denuncia de un cliente, por la utilización de un billete de 20 dólares falso. Kueng y Lane fueron los primeros agentes en llegar al lugar y allí el empleado de la tienda señaló al lugar donde estaba Floyd.

Lane se acercó a él y, tras pedirle que levantara las manos, le apuntó con su pistola, a lo que Floyd respondió «lo siento, no he hecho nada. ¿Que he hecho agente?». Floyd continuó disculpándose y suplicándole al agente que no le apuntara, porque un policía ya le había disparado anteriormente.

«No te voy a disparar» le contestó Lane. Los dos agentes intentaron esposarlo mientras él se resistía. Según la grabación de la cámara del agente Kueng, este sentó a Floyd en la acera y le explicó por qué estaba siendo detenido, a lo que Floyd confirmó que lo entendía. «Escúchanos y te explicaremos lo que está pasando, ¿vale?» le preguntó el agente. «Sí, señor» fue la respuesta de Floyd.

Los policías le preguntaron si había estado tomando drogas, por su estado de ánimo tan alterado, pero Floyd les respondió que estaba asustado. Según las transcripciones, los agentes intentaron meter a Floyd en el vehículo policial, pero este se resistía diciendo que tenía claustrofobia y ansiedad. Fue entonces cuando les dijo que acababa de pasar el covid-19, y que no quería volver a pasar por ello. 

En ese momento los agentes Chauvin y Thao llegaron a la escena y, según recoge The Washington Post, es difícil determinar por la grabación si estaban intentando ayudar a Floyd o no. Este comenzó a sangrar por la boca, tras darse un golpe con la puerta del coche, así que Lane llamó a la asistencia médica para que acudiera al lugar de los hechos. 

Los cuatro agentes lo redujeron contra el suelo, mientras Floyd gritaba, asegurando que no podía respirar. «Mamá, te quiero. Decidles a mis hijos que les quiero. Estoy muerto» dijo Floyd. La respuesta de Chauvin fue decirle que estaba «hablando demasiado», mientras que Kueng le aseguró que si podía hablar es que estaba bien y Lane le pidió que respirara hondo. 

«Estás hablando y gritando mucho» le reprochó Chauvin. Mientras, Floyd siguió diciendo: «Me van a matar. Me van a matar». «Se necesita mucho oxígeno para decir eso» fue la respuesta del agente.

Cuando finalmente llegó la ambulancia, el vídeo muestra cómo Chauvin quita su rodilla del cuello de Floyd solamente para que un paramédico le asista. Lane y varios médicos intentaron reanimar a Floyd quien, para entonces, ya había entrado en paro cardíaco. El médico forense del condado de Hennepin determinó en su informe que la causa de su muerte fue un "paro cardiopulmonar" causado por la violencia policial ejercida sobre Floyd.

Su «no puedo respirar» («I can't breath») se convirtió después en uno de los lemas de las protestas. El asesinato de Floyd provocó un enorme estallido del movimiento Black Lives Matter con manifestaciones y disturbios raciales por todo el país debido a las recurrentes muertes de ciudadanos afroamericanos a manos de policías en Estados Unidos. Unas protestas que han ido más allá de la violencia policial estadounidense, y han provocado movilizaciones por todo el mundo como respuesta al racismo.