El titular de Economía, que también ha ganado peso en esta remodelación ministerial, fue rival de Sarkozy en las primarias de 2016 y uno de sus principales críticos entonces, deseoso de presentarse como una figura fresca frente al pasado que representaba el expresidente.
Tampoco fue una de sus ministras más afines Roselyne Bachelot, que durante los cinco años de la presidencia de Sarkozy ocupó diferentes carteras, pero que siempre dijo tener una mayor proximidad con el entonces primer ministro, François Fillon.
Pero la nueva titular de Cultura reconoce el influjo del expresidente y ambos conversan de forma regular.
El nuevo ministro de Justicia, Eric Dupont-Moretti, un polémico y reputado abogado penalista que ha defendido a todo tipo de clientes, es muy amigo del letrado de Sarkozy.
Ambos comparten una fuerte animadversión por la Fiscalía Financiera, responsable de algunos de los casos que el expresidente tiene pendientes con la Justicia y que ahora estará bajo la batuta de Dupont-Moretti.