Etiopía restringe el acceso a Internet por las protestas tras el asesinato de un popular cantante

Carmen G. Mariñas, M. B.

INTERNACIONAL

El cantante etíope Hundessa vestido con un traje tradicional de su etnia
El cantante etíope Hundessa vestido con un traje tradicional de su etnia TIKSA NEGERI | Reuters

La tensión étnica aumenta en el país mientras que el Gobierno intenta reprimir las manifestaciones

04 jul 2020 . Actualizado a las 09:42 h.

El asesinato de Hachalu Hundessa, un popular cantante etíope que con sus canciones se convirtió en el símbolo de la etnia oromo, históricamente marginada, ha desatado una oleada de protestas en el país. Como respuesta a estas movilizaciones, el Gobierno ha cortado el acceso a la red y ha reprimido a los manifestantes.

Tradicionalmente los oromo, mayoría en Etiopía, fueron marginados política y económicamente, mientras que las etnias tigray y amhara monopolizaron durante años los espacios de poder. Esta situación cambió cuando las protestas en el 2018 acabaron con el entonces primer ministro, Hailemariam Desalegn. En aquellas movilizaciones las canciones de Hundessa se convirtieron en himnos para los manifestantes, alentando las reivindicaciones de los oromo.

Dos años después, las tensiones étnicas que continuaron en el país vuelven a un punto álgido, con el asesinato del cantante Hachalu Hundessa, que se produjo este lunes, por su activismo en contra de la represión. Su muerte, al recibir un disparo de un francotirador, generó múltiples protestas y movilizaciones en el país. La respuesta fue una represión de las manifestaciones, que ha causado ya más de 80 muertos, y un corte de Internet a la población por parte del Gobierno.

Esta interrupción del servicio aumentó la tensión y la confusión sobre los sucesos relacionados con las protestas, así como la cifra de muertos (que los medios sitúan en más de 80 pero el Gobierno en alrededor de 50), ya que los ciudadanos no pudieron acceder a Internet para obtener información verificada y actualizada, señala Berhan Taye, analista de la organización Access Now, para The New York Times. Un bloqueo que, según recoge la organización NetBlocks en Twitter, sigue activo, ya que el primer ministro argumentó que Internet no es un derecho fundamental. 

 

Además, asociaciones en defensa de los derechos humanos han acusado a las fuerzas de seguridad del Gobierno de Abiy Ahmed de llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales, violaciones, detenciones arbitrarias y arrestos. Estos grupos afirman que el Gobierno ha fallado en sus funciones al no llevar ante la Justicia a los policías acusados de la muerte de decenas de personas en las protestas que se produjeron contra el Gobierno a finales del 2019. 

Por su parte, Ahmed, que se enfrenta a la gestión del covid-19 en Etiopía y la escalada de las tensiones étnicas con unas elecciones a la vuelta de la esquina (que se celebrarán en agosto tras ser pospuestas por el coronavirus), apuntó como responsables del asesinato de Hundessa a fuerzas extranjeras en lo que considera un intento de desestabilizar el país.

¿Por qué continúan las tensiones étnicas en el país?

Los conflictos étnicos son frecuentes desde hace años en Etiopía. La etnia de los amhara son vistos por los oromo y otros grupos como la clase tradicionalmente dominante. De hecho, hasta el 2018, el Gobierno estaba en manos de las minorías étnicas y por este motivo los oromo iniciaron una revolución en el 2015 en la que el propio Hundessa apoyó a través de las letras de sus canciones y su activismo al actual primer ministro, Abiy Ahmed, en defensa de la etnia oromo.

Sin embargo, aunque Ahmed ha sido galardonado con el Nobel de la Paz por haber logrado la paz y la cooperación internacional en la resolución del conflicto con Eritrea, su Gobierno perdió el apoyo del cantante, quien lo criticó en el Oromia Media Network, propiedad del magnate mediático Jawar Mohammed, según informa The New York Times.

Así, los disturbios producidos por la muerte del artista supondrán un gran desafío para el primer ministro, quien ya no cuenta con el apoyo de su propia etnia. Este en los inicios de su mandato se ganó el favor internacional desmantelando la estructura autoritaria que existía en Etiopía, comprometiéndose a revisar las leyes represivas y admitiendo de vuelta en el país a la oposición y a los separatistas que se encontraban en el exilio. 

A pesar de estos avances, Ahmed es criticado por la comunidad oroma ya que argumentan que el mandatario no defiende los derechos de su pueblo y que los cambios que ha realizado han generado situaciones anárquicas en parte del país, con un aumento de las tensiones étnicas y de la violencia. Unas tensiones que, además de cientos de muertes, han provocado más de tres millones de desplazados internos, casi el equivalente a toda la población gallega. 

La delicada situación del país ha empeorado con el asesinato de Hundessa. Según recoge El Salto, la prohibición de enterrar a este icono de la revolución en la capital etíope pudo ser uno de los causantes de las movilizaciones. Por este motivo, el magnate Jawar Mohammed y otras 35 personas fueron detenidas tras haber sido acusadas de tratar de secuestrar el cuerpo de Hundessa para así enterrarlo en la capital del país. 

La respuesta de la ONU

Desde la Organización de las Naciones Unidas el portavoz Rupert Colville hace un llamamiento a la calma tanto a los manifestantes como a las fuerzas policiales. «Notamos con preocupación que las protestas están tomando un cariz étnico, por lo que pedimos a todos, incluidos los más jóvenes, que dejen de llevar a cabo ataques con esta motivación y dejen de incitar a la violencia, pues todo ello solo exacerba tensiones ya existentes», declaró. 

Colville también dijo que solicitan a las fuerzas de seguridad «contención a la hora de gestionar las protestas y que se contengan de un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza». Sobre el corte de Internet comentó el malestar de la organización por el bloqueo que supone a la libertad de expresión, a lo que añadió que podría aumentar más las tensiones en el país. «Instamos a las autoridades a restaurar el acceso a Internet sin más demora» insistió. 

Respecto al asesinato de Hundessa, el portavoz pidió que se realice una investigación imparcial y transparente de los presuntos asesinos. Recordó que «las víctimas y sus familias tienen derecho a la justicia, la verdad y reparaciones».

Hachalu Hundessa, la voz de los oromo

"Hemos perdido nuestra voz. Seguiremos luchando hasta que Hachalu tenga justicia. Nunca dejaremos de protestar" afirmó Getu Dandefa, estudiante de la universidad para The New York Times. El activista, que fue encarcelado cuando tenía 17 años y que recibió amenazas de muerte por sus reivindicaciones, destacó entre las movilizaciones oromas en la revolución, que comenzó en el 2015, con las letras de sus canciones

"Toda su vida fue la resistencia. Falleció antes de conseguir la libertad y justicia por la que con tanta fuerza luchó. Esta es una gran pérdida" declaró un amigo del cantante, Mohammed Ademo, para The New York Times. Ahora sus canciones siguen sonando para los oromo por toda Etiopía y especialmente en Ambo, situada a unos 90 kilómetros de la capital, donde Hundessa fue enterrado el martes; la ciudad donde nació y creció.