Argentina renegocia su deuda en plena crisis por la pandemia

Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

AGUSTIN MARCARIAN

El peronismo apuesta ahora por un pacto con los acreedores

20 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Argentina atraviesa uno de los momentos cruciales de los últimos años. El país sudamericano debe pactar en los próximos días un acuerdo con sus acreedores para convertir en sostenible su multimillonaria deuda. Todo ello, en el contexto de una crisis financiera agravada de forma considerable por la pandemia del coronavirus. El plazo de negociación ha sido extendido hasta el próximo 22 de junio. Se avecinan días de intensos debates.

La nación, dirigida por el peronista Alberto Fernández, tiene 324.000 millones de dólares de deuda, que suponen alrededor de un 90 % de su PIB, porcentaje que aumentará, a buen seguro, este año, debido a que se espera una recesión del 7,3 % en las finanzas del país, según ha estimado el Banco Mundial.

Argentina quiere reestructurar una cifra aproximada de 65.000 millones de dólares. Ha propuesto un canje, y un período de gracia de dos años, así como una quita del 62 % de sus intereses y de alrededor del 5 % del capital asociado a esa cifra, pero lo ofrecido ha sido considerada como insuficiente por la mayoría de los acreedores.

Fernández se ha mostrado dispuesto a mejorar la oferta esta semana. A su favor tiene un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), según el cual el Gobierno argentino no podría pagar ningún monto en moneda extranjera a acreedores privados, por lo menos hasta el 2024.

El organismo multilateral, que además es uno de los principales acreedores del país, se ha mostrado a favor de que el país austral realice una oferta que sitúe la deuda en un 50 % de su valor nominal.

Argentina cuenta también con el apoyo de economistas como Jeffrey Sachs, Thomas Piketty, Ricardo Hausmann y Joseph Stiglitz, que respaldaron la primera oferta presentada.

Una operación sostenible

«La reestructuración de la deuda necesita ser sostenible. En el pasado, no lo fue y esos países volvieron a tener una crisis. Argentina jugó un papel muy importante desarrollando modelos de sustentabilidad y lamentablemente, una vez más, estamos viendo la falla del sector privado», dijo el Premio Nobel Stiglitz esta semana.

Argentina entró en default selectivo el 22 de mayo, cuando no pagó unos 500 millones de dólares en intereses de deuda. Los gobernantes latinoamericanos son conscientes de los efectos negativos que supondría una suspensión de pagos total del país austral en sus economías, azotadas por la pandemia. Sería un terremoto regional. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha decidido tomar parte activa en las negociaciones. Habló esta semana con Larry Fink, el líder del fondo Black Rock, uno de los mayores bonistas de argentina, con quien tiene una buena relación, interviniendo a favor del país sudamericano. También le ha pedido al mayor administrador de activos del planeta un plan Marshall para los países más golpeados por la pandemia.

Los últimos movimientos de la Casa Rosada han reabierto el debate sobre el equilibrio de poder entre el peronismo más izquierdista, más cercano a la vicepresidenta Cristina Fernández, y otro más moderado, encarnado en el presidente.

En el tema de la deuda, la gran mayoría del peronismo, incluido el kirchnerismo, parece haberse alineado con la renegociación, ante algunas voces sindicales que optan por no pagar.