Los McCann niegan haber sido informados por la Justicia alemana de que su hija está muerta

Patricia Baelo BERLÍN | CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

ANDREW WINNING | Reuters

«La noticia ampliamente difundida de que hemos recibido una carta en la que la Fiscalía germana dice tener pruebas de que Madeleine está muerta es falsa», escribieron los padres

17 jun 2020 . Actualizado a las 08:59 h.

La investigación sobre el paradero de Madeleine McCann, desaparecida en el 2007 en un hotel del Algarve, se complica. No solo porque han pasado 13 años, sino sobre todo por la complicada interacción entre los medios y la Justicia de tres países con visiones muy distintas: Portugal, el Reino Unido y Alemania.

Mientras la policía británica sigue tratando el caso como una desaparición, su homóloga germana dirige todos sus esfuerzos a esclarecer lo que considera ya como un asesinato. De hecho, tras reconocer públicamente que dan por fallecida a Maddie, la fiscalía de Braunschweig ha escrito a los padres de la pequeña para comunicarles que al parecer tiene pruebas de que está muerta.

«Hemos mandado una carta a los progenitores», declaraba ayer el fiscal Hans Cristian Wolters, confirmando así las sospechas de la prensa británica. No obstante, se negó a hablar de las presuntas pruebas, alegando que ello pondría en peligro la investigación y que en Alemania esa información no se difunde, hasta que no es en firme. Algunos medios, como el Daily Mail, achacan a la Fiscalía no haber compartido hallazgos relevantes ni siquiera con las autoridades del Reino Unido y Portugal. «No nos hemos pronunciado sobre el contenido del escrito antes y no lo haremos ahora», se defendió Wolters.

Entretanto, ayer mismo Kate y Gerry McCann contradecían la versión oficial de la Justicia alemana. «La noticia ampliamente difundida de que hemos recibido una carta en la que la Fiscalía germana dice tener pruebas de que Madeleine está muerta es falsa», escribieron los padres en su web, apelando a la incertidumbre adicional que generan «las especulaciones de este tipo entre los allegados de Maddie». Su abogado, Clarence Mitschell, insiste en que no va comentar nada que se refiera a comunicaciones privadas de la familia.

La primera vez que la Justicia germana se dirigió a los McCann fue a principios de junio, para informarles de que había abierto diligencias. Fue tras hallar nuevas pistas que conducían a Christian B., un delincuente de 43 años que cumple actualmente condena en la ciudad alemana de Kiel, por tráfico de drogas y abuso sexual de menores, entre otros delitos.

Ahora, las autoridades del país intentan aclarar si se han cometido errores en alguno de los procesos judiciales a los que se ha enfrentado el sospechoso, que podría estar detrás de la desaparición de otros niños en Alemania y la vecina Holanda.