El sospechoso del caso McCann: un niño conflictivo que acabó en un reformatorio

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Christian Brueckner, sospechoso en el caso Madeleine McCann
Christian Brueckner, sospechoso en el caso Madeleine McCann CARABINIEIRI | EFE

En su dilatado expediente criminal figuran tres delitos sexuales y varios por drogas

07 jun 2020 . Actualizado a las 09:20 h.

Poco a poco se van conociendo más datos del sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann, la niña británica de apenas tres años de la que se perdió el rastro en el Algarve de Portugal en mayo del 2007, hasta el punto de que ya se puede hacer casi un perfil de su infancia y su trayectoria criminal. Según publica el tabloide británico Daily Mail, Christian Brueckner fue adoptado cuando era un bebé por un matrimonio de la ciudad alemana de Wurzburgo, después de que su madre biológica lo abandonara. Pero un trágico suceso cuando él tenía tan solo 14 años provocó que sus padres lo enviaran a un reformatorio de menores al sentirse incapaces de disciplinar a su hijo. Los vecinos cuentan al rotativo inglés que era un joven que cada vez se metía más en problemas, que «necesitaba una mano firme» y que el hecho de que su padre sufriera un trágico accidente de tráfico que le provocó daños cerebrales, hizo que su madre se viera incapaz de asumir los cuidados de su marido y de su hijo que ya presentaba un comportamiento conflictivo en aquella época.

Su dilatado expediente criminal comienza cuando él tiene 15 años al ser arrestado por cometer un robo en la ciudad donde se crio. Tan solo dos años después, en 1994, cometió su primer delito sexual, al abusar de una niña de 6 años en Wurzburgo. Un año más tarde, con 18 años, y tras cumplir parte de la condena por este abuso fue cuando se trasladó al Algarve. Al año siguiente se produjo la desaparición de René Hasse, un niño de 6 años, en Aljezur, a solo 40 kilómetros de Praia da Luz, un caso que ahora pone a Christina Brueckner en el punto de mira al convertirse en el principal sospechoso. En el 2005, comete una brutal violación a una mujer estadounidense de 72 años después de torturarla en una villa frente al mar cerca de donde desapareció Maddie McCann. Brueckner fue condenado por este delito a siete años de cárcel en diciembre del año pasado gracias a una prueba de ADN. Esta sentencia está todavía pendiente de apelación.

Durante esta etapa en Portugal desde 1995 al 2007, Brueckner también fue condenado varias veces por robo. Estuvo entre marzo y diciembre del 2006 en la cárcel de Portimão, en el Algarve, por robo de combustible y abandonó la prisión cinco meses antes de la desaparición de Madeleine. Antes, en 1999, ya había cumplido otros dos meses en prisión en Portugal, en la cárcel de Évora, por «pequeños hurtos», según el diario luso Expresso. Se marchó de Portugal en el 2007, un día después de la desaparición de la niña británica, pero volvió nueve años después, que es cuando fue detenido para ser extraditado a Alemania y cumplir pena por un delito de abuso sexual a otro menor. En el 2018 fue encarcelado nuevamente por un delito de drogas y en la actualidad se encuentra en prisión por narcotráfico.

Una niña alemana de 5 años

Además, según se ha sabido estos días también se investiga su relación con la desaparición de Igna Gehnrick, una niña de o 5 años, en Baviera en el 2015.

El contenido de la investigación publicado por el semanario alemán Der Spiegel indica que el sospechoso llegó incluso a enviar mensajes a un conocido chat en el 2013 aludiendo a la posibilidad de abusar de un menor. Comentó que quería «atrapar algo pequeño y utilizarlo durante días». Cuando su amigo le dijo que podía ser peligroso, el acusado le contestó haciendo alarde de supuesta experiencia: «Bueno, las pruebas se destruyen después».

El Daily Mail relata que Brueckner estaba en un bar con un amigo cuando apareció en la televisión alemana una apelación de la desaparición de Madeleine. Según su compañero, él dijo que «sabía todo» sobre lo que le sucedió a la niña. Y luego le mostró un vídeo de él violando a una mujer. El rotativo británico entiende que el amigo fue a la policía poco después.