La ultraderecha alemana aprovecha el descontento contra el confinamiento para reclutar adeptos

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La última protesta contra las medidas de protección ante la pandemia tuvieron lugar el lunes en Colonia
La última protesta contra las medidas de protección ante la pandemia tuvieron lugar el lunes en Colonia SASCHA STEINBACH | Efe

Los expertos advierten de la radicalización de las protestas y el recurso a «esteriotipos antisemitas»

13 may 2020 . Actualizado a las 09:17 h.

Expertos alemanes en violencia de extrema derecha alertaron este martes sobre el potencial radicalizador de las protestas contra las medidas de confinamiento y distanciamiento social que se han repetido en las últimas semanas por todo el país. El lunes ha sido el vicepresidente del grupo parlamentario alemán de Los Verdes, Konstantin von Notz, en advertir en que las medidas contra el coronavirus son «carnaza» para la ultraderecha, que trata de aprovechar el descontento para reclutar adeptos.

«El efecto de movilización va mucho mas allá del ambiente ultraderechista base, pero la derecha radical, incluida la AfD (el partido Alternativa por Alemania) es un actor importante y, parcialmente, uno de los motores de este movimiento», advirtió el experto en antisemitismo Gideon Botsch.

«La dinámica de caldeamiento ha sido muy rápida y en tan solo tres semanas han pasado de amenazas y conductas agresivas a los primeros actos violentos. Esto posibilita y hace temer nuevos brotes de radicalización de extrema derecha», agregó Botsch, que dirige el Centro de Investigación Julius Gumbel.

En una rueda de prensa en Berlín en la que fueron presentadas estadísticas de violencia ultraderechista del 2019, el experto apuntó que no es posible meter «en el mismo saco» todas las protestas contra las medidas de protección contra la pandemia decretas por el gobierno alemán.

Sin embargo, identificó un elemento conductor entre las movilizaciones de extrema derecha a partir del 2015 contra la política de aceptación de refugiados y las manifestaciones actuales: las teorías de la conspiración que llaman a la resistencia contra un supuesto plan de las autoridades para controlar a la población.

Además, Botsch alertó de que en las protestas recientes se están manifestando de forma explícita «estereotipos antisemitas que estaban latentes», poniendo como ejemplo una manifestación en Brandemburgo (este) en la que se responsabilizó de la pandemia a la familia Rothschild y a una élite secreta «que nos miente y controla desde hace siglos».

Normalización del racismo

La directora de la Asociación de Centros de Asesoramiento para Víctimas de Violencia de Derechas (VBRG), Judith Porath, incidió también en la misma idea, denunciando un incremento de la «normalización» del racismo y el antisemitismo desde el inicio de la crisis del coronavirus.

Desde el inicio de la pandemia, los medios alemanes se han hecho eco de numerosos casos en los que ciudadanos de origen asiático han sido objeto de amenazas y ataques por parte de individuos que les responsabilizaban falsamente de difundir el virus.

Segun Porath, en los últimos meses, la sensación de vulnerabilidad y desprotección expresada por las víctimas de agresiones ultraderechistas que acuden a los centros de la VBRG ha ido en aumento, un hecho que atribuyó a la normalización de discursos racistas en la esfera política.

De acuerdo con los datos recabados por la organización, que cubren solo 8 de los 16 estados federados de Alemania, enel  2019 se registraron 1.347 actos violentos de extrema derecha, con un total de 1.982 afectados directos, lo que supone una media de cinco agresiones al día. Aunque la tasa disminuyó en un 10 % con respecto al 2018, Porath advirtió de que, según cifras policiales, en algunos estados federados que no están incluidos en la estadística los ataques violentos se han duplicado a lo largo del último año.

Porath también destacó la mayor agresividad de los actos registrados en el 2019, entre los que se cuentan dos atentados: el que acabó con la vida del alcalde Walter Lübcke y el de la sinagoga de la ciudad de Halle, que se cobró dos víctimas mortales entre los transeúntes.

A estos hay que sumar el atentado que se produjo el pasado 19 de febrero en la ciudad de Hanau (centro de Alemania), en el que un ultraderechista asesinó a nueve personas de origen inmigrante.