Irán fue relativamente rápido en admitir la magnitud del error, después de las críticas a la Guardia Revolucionaria, incluso por parte de políticos de alto rango hasta el nivel del presidente, Hasán Rohaní, por tratar inicialmente de encubrir que sus fuerzas habían disparado contra el avión ucraniano.
El estrecho de Ormuz ha sido escenario en el último año de una escalada de la tensión entre Irán y Estados Unidos después de que se registraran ataques y sabotajes a barcos y derribo de drones, entre otros incidentes.