Starmer exhibe sentido de Estado en su estreno en el Parlamento como líder laborista
INTERNACIONAL
El líder de la oposición cuestionó la actuación del Gobierno «tory» ante la pandemia, pero lo hizo sin estridencias y volvió a tenderle la mano
23 abr 2020 . Actualizado a las 20:50 h.Para Keir Starmer el fin no justifica los medios. Al menos esa es la impresión que dejó ayer, en su estreno como líder del Partido Laborista en una sesión de control al Gobierno en el Parlamento. En su debut cumplió su promesa de que «no haré oposición por hacer oposición» en medio de la pandemia del COVID-19», pero sí denunciará los errores del Ejecutivo.
Aunque cuestionó la labor de los tories y la tachó de «lenta», lo hizo sin recurrir a epítetos, alzar la voz o estridencia alguna. Tampoco era el momento, porque no se enfrentaba a Boris Johnson -que sigue recuperándose del coronavirus en su residencia campestre de Chequers-, sino al ministro de Exteriores, Dominic Raab, y además en la Cámara de los Comunes solo había 50 diputados, debido a las medidas de distanciamiento social para evitar contagios. El grueso de los parlamentarios siguió la sesión desde sus casas.
«Algo va mal (…) Aquí ha surgiendo un patrón. El Gobierno ha sido lento al tomar las medidas de confinamiento, lento en la aplicación de las pruebas [para detectar el virus], lento al asegurar los equipos de protección para el personal sanitario y lento a la hora de aceptar las ofertas que ha recibido para resolver estos problemas», le espetó el nuevo líder laborista a Raab. Antes había denunciado que unas 36 empresas británicas no recibieron respuesta del Ejecutivo a su oferta para acabar con la escasez de mascarillas, guantes y batas en los hospitales del país.
Starmer logró poner contra las cuerdas en varias ocasiones a Raab, una de ellas fue cuando le preguntó sobre el número de médicos y enfermeros que han perdido la vida. «Según los últimos datos, creo que son 69 los fallecidos en el Servicio Nacional de Salud. No tengo la cifra precisa de las residencias, porque resulta más difícil de establecer», se excusó el ministro. «Me decepciona esa respuesta, y le aviso: volveré a preguntárselo la semana que viene», replicó el opositor.
Sin embargo, el laborista mostró su sentido de Estado, al ofrecer al Gobierno trabajar juntos para verificar si hay más compañías británicas que puedan atender las necesidades de la sanidad. «Aprecio que quiera examinar al Gobierno, pero espero que entienda la necesidad de tomar las decisiones correctas y examinar con cuidado el equipo que estamos poniendo en primera línea», le respondió Raab.