Trump abre otro agujero en las finanzas petroleras de Maduro

Pedro García Otero

INTERNACIONAL

Chevron tenía un permiso especial para operar en Venezuela pese a las sanciones
Chevron tenía un permiso especial para operar en Venezuela pese a las sanciones Jessica Lutz | Reuters

Chevron paraliza sus operaciones en Venezuela, tras la orden de Washington de abandonar el país caribeño antes del 1 de diciembre

22 abr 2020 . Actualizado a las 20:10 h.

Con la paralización del taladro Nabors 17, en la Faja Petrolífera del Orinoco, cesaron este miércoles las operaciones de producción petrolera de Chevron en Venezuela, que se remontan a la década de los años 30. Horas antes, la empresa estadounidense había recibido la orden del Departamento del Tesoro de EE.UU., de salir del país antes el 1 de diciembre. Aunque hasta esa fecha podría seguir operando, las restricciones para hacerlo son tantas que, en la práctica, equivalen a una suspensión adelantada de su trabajo en Venezuela: no puede ni perforar, transportar o comercializar el crudo venezolano. Solo puede realizar mantenimiento de activos e instalaciones para evitar que sean tomadas por el Gobierno venezolano.

Chevron es la última petrolera estadounidense que opera en Venezuela, gracias un permiso especial que sorteaba las sanciones impuestas por Washington.

La autorización de operar hasta diciembre en Venezuela se extiende a cuatro proveedoras de servicios petroleros que trabajaban para Chevron: Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International.

Chevron venía produciendo entre 150.000 y 200.000 barriles, de la mermada operación petrolera venezolana, que alcanza apenas 600.000 barriles diarios, en dos empresas mixtas con Pdvsa: Petropiar, que opera en la Faja Petrolífera del Orinoco (a la que el régimen de Maduro agregó el nombre de Hugo Chávez, la mayor reserva de hidrocarburos del planeta), y Petroboscán, en Maracaibo, en el extremo opuesto de Venezuela.

En momentos en que el precio del petróleo está en negativo, la salida de Chevron representa un drama adicional para el régimen de Nicolás Maduro, quien el lunes afirmaba que su Gobierno resistiría «con el petróleo a diez [dólares] o a menos diez». La salida de Chevron se suma a la retirada hace un mes de la rusa Rosneft por las sanciones de Estados Unidos.

Rosneft negoció sus participaciones en Venezuela con un conglomerado petrolero estatal creado, justamente, para adquirir los activos de esta empresa rusa en el país sudamericano y así evitarle problemas con sus accionistas privados.

Analistas consultados por La Voz señalaron que Maduro probablemente expropiará los pozos operados por Chevron y se los ofrecerá a un tercero, con el reto de conseguir alguno que quiera desafiar las sanciones de EEUU y además se interese por producir petróleo a pérdida.

La medida también «envía un mensaje importante al mundo», a las compañías de «Rusia, China, México, España o Italia» que hayan «negociado con petróleo o gas u otros productos petroleros en Venezuela», de que «esas acciones pueden quedar sujetas a sanciones», y que «no habrá excepciones», alertó un alto cargo estadounidense en una rueda de prensa telefónica con un pequeño grupo de medios, entre ellos Efe.

Chevron, la segunda petrolera de EE.UU. y la séptima del mundo, era la última gran compañía estadounidense que aún operaba en el sector del crudo en Venezuela, donde está activa desde hace décadas y cuenta con unos 8.000 empleados.