Maduro se desdice y descarta celebrar este año elecciones parlamentarias

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Nicolás Maduro, acompañado de la primera dama, Cilia Flores, en el palacio de Miraflores
Nicolás Maduro, acompañado de la primera dama, Cilia Flores, en el palacio de Miraflores Prensa Miraflores | Efe

El presidente chavista afirma que «sería una irresponsabilidad» ante la pandemia

20 abr 2020 . Actualizado a las 13:39 h.

Hasta hace apenas unos días Nicolás Maduro defendía contra viento y marea que este año tendrían lugar los comicios parlamentarios previstos por el régimen en Venezuela, ayer lo puso en duda. «No sé si va a haber elecciones este año. Hoy sería una irresponsabilidad decir que tiene que haber elecciones a trocha y mocha», señaló el presidente chavista, a propósito de la irrupción de la pandemia del COVID-19.

La afirmación, hecha en una entrevista a una radio argentina, representa un viraje del chavismo, que lleva más de un año anunciando elecciones anticipadas para terminar con el actual período del Parlamento, que controla la oposición y que preside Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por 59 países. «La prioridad es la vida de la gente», aseveró.

Su interlocutor era el español Alfredo Serrano Mancilla, exasesor de la revolución bolivariana en los primeros años de Gobierno de Maduro, y a quien este llamaba «el Cristo de la economía». Serrano propuso hace un lustro profundizar las políticas de controles que llevaron a la quiebra al régimen madurista.

Ni la oposición ni la comunidad internacional que no reconoce la reelección de Maduro aceptarán como lícitos unos comicios a la Asamblea Nacional que no vayan acompañados por unas elecciones presidenciales.

Esta es justo la propuesta central de Estados Unidos (y respaldada por Alemania, Francia y el Reino Unidos) en su plan denominado Marco de Transición Democrática de transición democrática para Venezuela: unos comicios generales, supervisados por observadores internacionales, y sin Maduro ni Guaidó al frente del Gobierno de transición.

Persecución

De cualquier modo, y a fuerza de persecución y sentencias contra diputados opositores, el régimen ha logrado frenar cualquier acción parlamentaria. Su última jugada, en enero, fue la elección de una directiva «paralela» del Legislativo, que tampoco contó con el reconocimiento internacional.

Maduro defendió haber tomado medidas «audaces y a tiempo», contra el coronavirus. Según las cifras oficiales, presentadas por Serrano, Venezuela es el país con menor número de casos y fallecidos de Latinoamérica por el COVID-19. Tanto la oposición como la Federación Médica Venezolana dudan de las cifras del régimen, que hasta este domingo eran de 227 casos y nueve fallecidos. El presidente, además, llamó a «dejar a un lado las diferencias y actuar como hombres de Estado», en una aparente alusión a la propuesta del viernes de Guaidó. Ese día el líder opositor anunció, que al estar congelados los recursos del Estado venezolano en EE.UU. por las sanciones, otorgará un bono de cien dólares a cada trabajador del derruido sistema sanitario público, donde los médicos ganan un salario que no llega a los 10 dólares (9,20 euros) mensuales.

Maduro afirmó que las sanciones le impiden recibir ayuda humanitaria, y volvió a solicitar «cooperación internacional», después de que su canciller, Jorge Arreaza, indicara que «Venezuela no tiene inconveniente en coordinar la asistencia humanitaria con Estados Unidos».