Jeremy Corbyn tenía al enemigo dentro del propio partido

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Jeremy Corbyn, exlíder del Partido Laborista
Jeremy Corbyn, exlíder del Partido Laborista FACUNDO ARRIZABALAGA | efe

El complot contra el lider está contenido en un informe que la formación elaboró antes de que Starmer asumiera el liderazgo laborista

14 abr 2020 . Actualizado a las 08:52 h.

Jeremy Corbyn tuvo escasas posibilidades de llegar al 10 de Downing Street no solo porque sus propuestas no convencieron a los votantes -como la de nacionalizar sectores de la economía o su ambigüedad frente al brexit-, sino porque dentro de las filas laboristas hubo quienes hicieron todo lo posible porque no ganará las elecciones generales del pasado diciembre. La denuncia figura en un voluminoso informe que una comisión del partido elaboró durante los últimos meses como líder del veterano político izquierdista y que ha terminado en manos de los diarios The Independent y The Guardian

En el documento se señala que en la formación había una «anormal oposición hacia el líder por parte de algunos grupos» y que los mismos lograron «inhibir el funcionamiento adecuado de la burocracia del partido» y contribuyeron a «una letanía de errores» en el tratamiento de problemas internos como el antisemitismo de algunos integrantes.

Aunque los diarios no mencionan los nombres de cabecillas e integrantes de las facciones anticorbynistas, aseguran que los tentáculos del complot llegaban hasta la sede central del partido. «Algunos empleados parecen haber considerado que cuanto peor le fuera al laborismo mejor, ya que esto aceleraría la salida de Jeremy Corbyn», se lee en el informe, que tuvo acceso a correos y WhatsApp de los integrantes de la formación.

Hace diez días, Corbyn fue reemplazado por Keir Starmer como líder del partido, tras el fiasco de las pasadas elecciones en las que los laboristas sufrieron sus peores resultados desde 1935.

El informe achaca la lentitud para atacar los brotes antisemitas a los obstáculos puestos por las facciones contrarias a Corbyn. A ellas se atribuyen las constantes informaciones aparecidas, en los últimos meses, en los medios sobre el asunto. Sin embargo, desde grupos como la Campaña contra el Antisemitismo le restaron validez al documento y afirmaron que solo es «un intento desesperado por desacreditar las acusaciones» sobre hostilidad hacia los judíos y reemplazarlas por «una gran conspiración».

Los sectores cercanos a Corbyn exigen a Starmer que inicie una investigación y que en incluya en la misma «el posible mal uso de fondos» del partido por parte de algunos miembros del mismo.