Guaidó afirmó que las quince imputaciones muestran que los demócratas venezolanos «no enfrentamos un problema político, sino a un cartel, al cartel de Maduro», y confirma «lo que por mucho tiempo los venezolanos hemos sabido y denunciado». Además, acusó al régimen de ser los «culpables de que Venezuela sufra hoy una de las peores crisis humanitaria».
En un mensaje por la radiotelevisión nacional, Maduro se aferró a los argumentos de Alcalá para reiterar que lo querían matar. Mezclando el informe diario sobre nuevos casos de coronavirus con la situación política, afirmó que a pesar de la supuesta conspiración en su contra deseaba reunirse con la oposición, incluyendo los partidos del llamado Grupo de los 4, los más importantes de la coalición y que se les prohibió participar en las elecciones. Maduro anunció también que EE.UU. «no tiene moral para acusarme de terrorista» y que «el verdadero narcoestado es Colombia, sostenido por Estados Unidos».