Grecia encierra en un buque de guerra a los últimos refugiados llegados a la isla de Lesbos

Leticia Álvarez MITILENE (LESBOS) / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Más de 500 refugiados y migrantes fueron alojados en un buque de guerra en Mitilene
Más de 500 refugiados y migrantes fueron alojados en un buque de guerra en Mitilene ORESTIS PANAGIOTOU | Efe

El Gobierno de Mitsotakis planea retenerlos en ese «campo de refugiados flotante» para poder expulsarlos del país a la mayor brevedad posible. En la frontera terrestre, Ankara acusa a Atenas de matar de tiro a un migrante

05 mar 2020 . Actualizado a las 08:58 h.

«Los llevamos en grupos reducidos a tomarles los datos y de ahí subirán al buque de guerra». Así explicaba un mando de la policía en el puerto de Mitilene su misión ante el atraque de un barco de la Armada griega destinado a albergar a los más de 500 migrantes llegados a la isla de Lesbos en las últimos días tras la decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de abrir las fronteras. Según la versión oficial, las familias de refugiados estarán cerca de dos días encerradas en el buque militar, después de que el Gobierno griego les arrebatara el derecho a pedir asilo.

A las cinco de la tarde embarcaban los primeros. A lo lejos se les escuchaba gritar y jugar, estaban felices porque creían que su destino era el continente. Desconocían que probablemente no volverán a pisar suelo europeo. El Gobierno de Kyriakos Mitsotakis planea retenerlos en ese «campo de refugiados flotante» para poder expulsarlos del país a la mayor brevedad posible por considerarlos una «amenaza para la seguridad nacional». Un nuevo paso en su política de mano dura.

El resto de los solicitantes de asilo, cerca de 30.000 recluidos en Lesbos, observaban la escena convencidos de que también a ellos los llevarían a Atenas. No podían creer que el barco militar atracado en el puerto se iba a convertir en otro centro de detención más.

La policia disperas a un grupo de refugiados llegados al puerto de Mitilene, en la isla de Lesbos
La policia disperas a un grupo de refugiados llegados al puerto de Mitilene, en la isla de Lesbos COSTAS BALTAS | Reuters

«Fuera de aquí», gritaban los policías a los migrantes llegados a Mitilene desde el campo de refugiados de Moira. Con la caída del sol, los agentes lanzaron gases lacrimógenos para dispersarlos. Resignados, dejaron el puerto y se marcharon a sus insalubres tiendas de campaña del mayor el campo de refugiados de Europa.

Los últimos migrantes llegados a la isla han sido los que más han sufrido. Decenas de ellos -también familias con niños y mujeres ancianas- han dormido durante días al raso a la espera de que Grecia decida qué hacer. «No entendemos qué está pasando. No podemos volver atrás», explicaba Huseín, un joven afgano. «Estoy aquí con mi mujer, mi suegra anciana y mis cuatro hijas. Solo tenemos una manta», añadía Huseín tendido en el suelo en un descampado en el norte Lesbos. 

Tensión en la frontera

A la alta tensión en la isla de Lesbos, se une la que se vive en la frontera terrestre entre Grecia y Turquía. Ayer se volvieron a repetir las escenas de policías griegos cargando contra cientos de refugiados que intentaban cruzar desde el paso fronterizo turco de Pazarkule el alambre de espinos que los separa de territorio heleno. Las fuerzas de seguridad helenas los repelieron con gases lacrimógenos, balas de plástico y, según algunas fuentes, munición real.

Migrantes cargan a un herido en el paso fronterizo de Pazarkule
Migrantes cargan a un herido en el paso fronterizo de Pazarkule HUSEYIN ALDEMIR | Reuters

Un hombre murió de un impacto de bala en el pecho. Un disparo que, según las autoridades turcas, provino de la policía griega, algo que Atenas negó «categóricamente», acusando al país vecino de difundir «noticias falsas». Otras cinco personas resultaron heridas.