Los laboristas votan para relevar a Corbyn con Starmer como favorito

juan francisco alonso LONDRES / E. LA VOZ

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Stefan Rousseau / PA Wire / dpa | Europa Press

Los tres aspirantes se han comprometido a contar con sus rivales para intentar ganar a los tories

25 feb 2020 . Actualizado a las 08:50 h.

El proceso para elegir al sucesor de Jeremy Corbyn al frente del Partido Laborista entró en su etapa final. Este lunes se abrieron las urnas para que los militantes voten al nuevo líder de la principal formación opositora británica de entre los tres candidatos en disputa, Keir Starmer, Rebecca Long-Bailey y Lisa Nandy.

Aunque estas primarias no han estado exentas de ataques y descalificaciones, como las acusaciones de hackeo informático que apenas hace unos días se lanzaron las campañas de Starmer y Long-Bailey, en esta fase final los aspirantes parecen haber asumido que sin el concurso de todos será imposible vencer a los conservadores y por ello han rebajado el tono de sus discursos y no han dudado en ofrecerse mutuamente puestos en sus hipotéticas directivas.

«He dejado muy claro que pensaba que Long-Bailey y Nandy presentando opciones y visiones muy poderosas, y que juntos, los tres seremos los líderes del Partido Laborista», declaró este lunes en una entrevista televisada Starmer, quien parte como favorito en las encuestas.

«Ambas deberían estar en el Gabinete en la sombra (dirección del partido)», agregó el aspirante, quien sin embargo rechazó adelantar qué puestos estaría dispuesto a ofrecer a sus contrincantes en caso de que el 4 de abril sea proclamado ganador de las primarias. Tampoco aclaró si pensaba contar con el todavía líder también en su equipo.

El día anterior Long-Bailey, considerada heredera de Corbyn y con el respaldo de los sectores más izquierdistas del laborismo, y Nandy, la sorpresa del proceso, hicieron lo propio y adelantaron que aceptarían cualquier posición que les ofrezcan si no ganan.

«Haría lo que me pidieran y lo que sea necesario para asegurarme de que, si no me convirtiera en líder, fueran elegidos como el próximo Gobierno laborista», soltó Long-Bailey, mientras que Nandy dijo: «Yo quiero a ambos en mi equipo, pero estaría igualmente feliz de servir junto a ellos en cualquier puesto que ellos me ofrezcan».

Los tres aspirantes parecen haber aprendido una de las principales lecciones de la etapa de Corbyn, que estuvo caracterizada por la polarización y división tanto por su estilo como por su pensamiento. Ello provocó no solo una revuelta interna, sino además la peor derrota en unas generales desde 1935.

Starmer llamó a los militantes a superar la dicotomía entre la izquierda tradicional y el nuevo laborismo más centrista que lideró el ex primer ministro Tony Blair. «Creo que es un error mirar hacia atrás e intentar encontrar un modelo en otro lugar. Todos los Gobiernos laboristas se han centrado en el futuro», dijo, al tiempo que agregó: «Le he estado diciendo a nuestros militantes cada Gobierno laborista se da porque nuestro partido y nuestro movimiento se unen».