Alicia Medina
Tres millones de civiles en Idlib están atrapados entre el avance de las tropas sirias y la impenetrable frontera turca. Desde diciembre más de 800.000 personas han huido de los ataques de las tropas del régimen de Bachar al Asad en la última provincia que escapa a su control. Es el «mayor movimiento de desplazados» en nueve años de conflicto, según David Swanson, oficial de comunicación de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Las ciudades cercanas al frente en el sureste de la provincia se vacían y el espacio seguro mengua a medida que el Ejército sirio gana terreno. «La gente se levanta por la mañana y decide qué dirección parece más segura», explica Swanson, quien recuerda que el 80 % de los desplazados son mujeres y niños.