Decenas de manifestantes fueron detenidos en la noche de este miércoles después de una nueva jornada de movilizaciones masivas en Hong Kong para pedir más democracia. La más importante fue en el barrio de la bahía de Causeway, pero también hubo concentraciones en Victoria Park. La manifestación convocada por organizaciones prodemocráticas en el barrio de la bahía de Causeway se desarrolló de forma pacífica, pero tras la hora prevista de disolución la policía cargó, empleó gas lacrimógeno y gas pimienta y hubo graves disturbios.
Entre los detenidos en esta jornada había un menor de 13 años, acusado junto a otras cinco personas de poseer «porras, mazos, palas y otras armas ofensivas».
Siguiendo la táctica habitual, los manifestantes se retiraron ante el avance policial para reagruparse y enfrentarse con los antidisturbios. En cuanto los movilizados quedaron rodeados, la Policía desalojó a los periodistas y ordenó sentarse en el suelo con las manos en alto a los detenidos. Entonces llegaron una docena de vehículos policiales y bloquearon la visión de los periodistas que quedaban.
Los organizadores finalmente tuvieron que cancelar las movilizaciones a petición de las fuerzas de seguridad, lo que derivó en nuevos enfrentamientos entre agentes y los manifestantes más radicales.
Antes de los disturbios, durante la marcha, los manifestantes pidieron a los ciudadanos de la excolonia británica que mantengan viva la llama del movimiento de protesta durante el 2020 y volvieron a recordar al Gobierno, a través de pancartas y eslóganes, las demandas del movimiento prodemocrático.
Estas peticiones incluyen la retirada del proyecto de ley de extradiciones a China (ya conseguida), una investigación independiente sobre la brutalidad policial a la hora de reprimir las protestas, la amnistía a los más de 6.000 detenidos hasta la fecha, la retirada del término «revuelta» a la manifestación del 12 de junio, y el sufragio universal para elegir al jefe del Ejecutivo local.
La marea de camisetas negras -color que suelen usar los manifestantes- se movía acompañada de otros que prefirieron disfrazarse de personajes de ficción como el Capitán América y de quienes optaron por cantar el himno Gloria a Hong Kong.
Pese a los disturbios, un portavoz del Gobierno aseguró que la marcha transcurrió generalmente «de manera fluida y ordenada», y que el Ejecutivo hongkonés «respeta los derechos y las libertades de los ciudadanos para participar en marchas pacíficas».
«El Gobierno no escatimará esfuerzos para abordar los problemas, escuchará al público y se comunicará mejor con los ciudadanos. Pero la prioridad ahora es detener la violencia y restablecer el orden social lo antes posible», aseguró un portavoz.