El bloque conservador de la canciller tampoco está libre de problemas. La retirada en diferido de Merkel ha desatado las ambiciones personales en una formación aletargada tras años de liderazgo incontestable. La delfín (pese a que ahora se han distanciado), Annegret Kramp-Karrenbauer, se hizo hace un año con la presidencia de la CDU, el primer paso para ser candidata en las próximas generales. Pero su contestada elección no zanjó el debate. Sus continuos tropiezos en las encuestas y los medios no la han consolidado. Otras figuras del partido aspiran a arrebatarle la candidatura en el último momento. Incluso Markus Söder, líder de la bávara CSU, hermanada con la CDU, también está listo para saltar a escena y encabezar a los conservadores si se llama a las urnas.