«Galicia es mi casa, el Reino Unido ya no es mi país, se convertirá en un paraíso fiscal para los ricos», dice Kevin Weatherill

la voz

Los británicos instalados en Galicia y consultados por La Voz coinciden en que la victoria de Johnson y la salida del Reino Unido de la Unión Europea solo les traerá contratiempos. Nicola Michel lleva catorce años en Galicia, cuatro de ellos con su marido y sus dos hijas en Carnota, donde imparte clases de inglés. El triunfo de Johnson, a quien llama «payaso», y el brexit le «preocupan» y admite que agilizará los trámites para conseguir la nacionalidad española. Pero también le inquieta la economía, las pensiones y los servicios sociales. «Fueron los peores resultados que se pudieron dar», afirma.

A Jeff Heasman, consultor en desarrollo de negocios internacionales y profesor en A Coruña, el resultado de los comicios le entristece. «Es un mal día para mí como ciudadano británico, y desastroso para el Reino Unido y para Europa. Ahora un brexit duro es más probable», valora. Y añade: «Los resultados en Escocia e Irlanda del Norte son un problema para Boris Johnson. Los partidos nacionalistas son ahora los más poderosos. Como norirlandés, también temo lo que ocurrirá allí». Heasman lamenta que el brexit pueda tener un impacto negativo en sus negocios.

También Kevin Weatherill, líder de Immaculate Fools, se mostraba abatido desde Couto de Abaixo (Cambados) donde vive con Virginia, su esposa. «Seguí el recuento hasta las seis de la mañana y creo que es un resultado terrible». Como Nicola Michel, espera obtener la ciudadanía española en breve. «Galicia es mi casa, el Reino Unido ya no es mi país». Kevin considera que el brexit es un error y que los británicos lo pagarán caro: «La influencia de EE.UU. es enorme y creo que el Reino Unido se va a convertir en un paraíso fiscal para los ricos, mientras los demás no tendrán nada».

Matt Taylor ha vendido su barco inglés y ha comprado uno español
Matt Taylor ha vendido su barco inglés y ha comprado uno español Capotillo

Matt Taylor tampoco quiere el brexit. «Estoy realmente decepcionado», confiesa. Hizo las maletas el año pasado, junto a su mujer, una profesora de Sanxenxo de un instituto de Stoke-on-Trent, cerca de Manchester, donde se conocieron.

Deterioro del país

Vivían en el cinturón rojo laborista, donde ahora triunfaron los conservadores. «He visto al país deteriorarse bajo el dominio tory, las personas tienen que vender sus casas para pagar su propia atención cuando son mayores», critica este exconcejal laborista. Ahora teme que la salida de la UE le pase factura en su negocio. «No sé si mis licencias de patrón de barco, o incluso el permiso de conducir, seguirán siendo válidos después de enero», expone. Anne Forryan, londinense asentada en España desde 1999, primero como vicecónsul y ahora como jefa de Relaciones Exteriores de la USC, está contra el brexit. Cree que nunca se debería haber llegado a esta situación. «Hasta Cameron en sus memorias confiesa que está arrepentido». Conocidos los resultados electorales, admite: «La fase del duelo ya la he pasado», pero cree que en el brexit queda mucha letra pequeña por despejar.

Vuelta al aislamiento británico

Dave Hernández, también londinense, se instaló en Carballo en el 2000, donde dirige una academia. Tenía muy claro el triunfo del «Trump británico, porque tiene mucho tirón y la sociedad británica tiene más que asumido el brexit». Su compatriota Cristina Larkin, quien ya se considera más de Ourense que de otro sitio, califica los resultados de «muy descorazonadores». «Tenía la esperanza de que Johnson no sacase mayoría absoluta y se diese marcha atrás en el brexit. Había hecho una campaña populista y parece que se imponen los populistas en todas partes. Es una especie de vuelta al pasado, un retroceso. Europa ha sido muy positiva para Inglaterra y esto es una vuelta al aislamiento británico de toda la historia».

Información elaborada por J. M. Jamardo, S. González, A. G. Chouciño, Mila Méndez, Susana Luaña, T. Longueira, M. Rodríguez

«Me sorprendió lo sobrado que ganó Johnson»

Juan francisco Alonso

El triunfo de los conservadores de Boris Johnson en las elecciones generales era algo anunciado por la casi totalidad de las encuestas. Sin embargo, la magnitud del triunfo, similar al conseguido por la venerada Margaret Thatcher (1979-1990), ha dejado boquiabiertos a muchos, entre ellos a los emigrantes gallegos en el Reino Unido, los cuales están ahora a la expectativa de cómo les va a afectar.

«No me sorprendió lo ocurrido, porque todo el mundo decía que los tories iban a ganar, lo que sí me sorprendió es cómo ganó Johnson. Lo sobrado», afirma el coruñés Roy López, para quien lo ocurrido demuestra que en realidad la mayoría de británicos quieren la salida del club comunitario. «Me entristece que vayan a salir de la Unión Europea, porque ya no habrá ningún otro referendo, pero aún no me ha dado tiempo a asimilar lo ocurrido y ver si me debo preocupar o no», agrega este vecino de Oleiros.

En similares términos se pronuncia Celso Sotelo, quien pronostica un futuro muy negativo para el Reino Unido. Incluso cree que podría terminar desapareciendo. «Los resultados en Escocia revelan que hay una mayoría que no se siente a gusto en este país, por la manera en cómo se está conduciendo y que se quiere independizar. Si los escoceses mueven ficha y logran que les permitan convocar otro referendo sobre la independencia seguramente luego vendrán los norirlandeses y hasta los galeses. El Reino Unido pasará a ser Inglaterra Unida o algo así», afirmó.

Por su parte, Mónica Regueira, de Burela (Lugo) admite que la arrolladora victoria de los conservadores ha supuesto la materialización de los peores augurios, en particular por lo que pueda pasar con la sanidad pública. «Por supuesto que estoy preocupada», afirma.

En la campaña, los laboristas denunciaron que sus oponentes tienen planes de privatizar el sistema de salud estatal y esto inquieta a mucha gente.

En el polo opuesto está Javier García, quien asegura que ni le sorprendió ni le preocupa el triunfo de Boris Johnson. ¿La razón? «Confío plenamente en el Gobierno británico, pues a diferencia de España los políticos en este país sí trabajan por el pueblo».

«Boris Johnson es un mentiroso»

CESAR TOIMIL

BEATRIZ ANTÓN

«Triste y decepcionada». Así es como se siente Jane Carlton tras conocer la victoria de Boris Johnson en las urnas. «Teníamos la esperanza de que las cosas mejorasen en el Reino Unido después de diez años de austeridad bajo los gobiernos conservadores y ahora esta oportunidad se ha perdido», dice esta inglesa de la ciudad de Darlington que hace ya diez meses decidió asentarse junto a su marido en San Xoán de Piñeiro (Mugardos) para disfrutar de un apacible retiro lejos de la «nieve y el frío» de su tierra natal.

«Estamos felices de vivir en España, ya que no tenemos esperanzas de que las cosas vayan a mejorar en el Reino Unido con un gobierno conservador decidido a hacer efectivo el brexit rápidamente, pero al mismo tiempo nos sentimos muy tristes por la gente joven que, como nuestra hija, puede perder la libertad de viajar y trabajar en la UE», dice con Jane Carlton.

Tanto a ella como a su marido les preocupa el futuro de los servicios públicos, de los profesores y de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud, «que siguen esforzándose por ofrecer un servicio excelente a pesar de los recortes que han sufrido en estos últimos años». Además, Jane está convencida de que cinco años más de gobierno conservador perjudicarán a colectivos como las personas sin hogar y a los «pobres de la sociedad».

¿A qué atribuye Jane la victoria de Jonhson en las elecciones? «Yo no lo voté y no puedo explicar por qué lo hicieron los otros. Personalmente creo que Johnson es un mentiroso infantil. Quizá la gente estaba cansada del brexit y solo quería que se terminara todo este proceso, aunque esto es solo el comienzo, no el final. Puede que también haya gente descontenta con los planes del Partido Laborista de nacionalizar algunas industrias, aumentar los impuestos y gastar en servicios. Y otros tal vez simplemente sintieron que Boris Johnson era una mejor opción que Jeremy Corbyn como primer ministro».

Casado exige a Sánchez mantener el veto sobre el estatus de Gibraltar

España, como el resto de los socios comunitarios, considera que el triunfo de Boris Johnson acaba con la incertidumbre política que se había instalado en Europa tras asumir que el brexit es irreversible. En Bruselas, Pedro Sánchez insistió en que la salida del Reino Unido de la UE es una mala noticia, pero ve positivo que se abra un proceso de salida ordenado. Asimismo subrayó la importancia de buscar una relación cercana «por los lazos que nos unen, aunque estaremos vigilantes para que se respete el mercado interior».

Una de las preocupaciones es la relación futura con Gibraltar. El líder del PP, Pablo Casado, reclamó ayer al Gobierno en funciones que «deje claro» que cualquier estatus que tenga Gibraltar en el seno de la UE «pasa por el veto o la autorización expresa» de España y mantenga, así, el acuerdo que «consiguió» el último Gobierno del PP.

El Gobierno no prevé cambios en relación con Gibraltar, porque subraya que hace un año ya se estableció un «triple blindaje» que deja claro todo lo relativo a la relación con el Peñón. El secretario de Estado para la Unión Europea, Marco Aguiriano, puso de manifiesto que cualquier negociación entre Gibraltar y Bruselas, «tendrá que pasar inequívocamente por España». «No habrá ningún acuerdo, sin el acuerdo de España está clarísimo en los textos», indicó.

«Ha llegado el momento»

El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, llamó a prepararse para la salida de la UE. «Las discusiones y el debate se han terminado. Es el momento de prepararse para salir de la Unión de forma segura para Gibraltar y de modo que respete el resultado de las sucesivas votaciones del pueblo del Reino Unido. Ha llegado el momento», dijo.

En un comunicado, el Gobierno gibraltareño da por hecho que habrá brexit el 31 de enero y que se producirá con un acuerdo de por medio, con un período de transición que también se aplicará el Peñón. La inclusión de Gibraltar en dicho acuerdo, añadió, supone «una protección». La «desoladora alternativa» al acuerdo, supondría para el Peñón su salida de la UE sin transición alguna y «antes incluso que el Reino Unido».