Choque entre Sturgeon y Johnson ante otro referendo en Escocia

J. F. Alonso / I. Gurruchaga LONDRES / E. LA VOZ, COLPISA

INTERNACIONAL

Jane Barlow | Europa Press

La separatista irá a los tribunales si el «premier» se niega a convocarlo

13 dic 2019 . Actualizado a las 21:15 h.

Se avecinan tensiones en la unión británica. Aupada por el «renovado y fortalecido mandato» que le dan las urnas, la ministra principal de Escocia, la independentista Nicola Sturgeon, afirmó este viernes que su primera tarea será solicitar a Londres el permiso para la celebración de un nuevo referendo de independencia. Una convocatoria que cuenta con el no rotundo de Boris Johnson, que considera que el tema quedó zanjado en la consulta del 2014.

El punto de partida del choque entre los dos ganadores de las elecciones del jueves es el logro de 48 de los 59 escaños escoceses por el Partido Nacional Escocés (SNP), trece más que los que obtuvo en el 2017, el descenso de los conservadores escoceses, que con seis escaños han perdido siete. Sin embargo, los partidos opuestos a la independencia suman el 53,7 % de los sufragios frente al 46 % de los partidarios.

«En estas elecciones ha habido un fuerte respaldo a que Escocia tenga una la posibilidad de decidir sobre su futuro, a no tener que soportar un Gobierno conservador por el que no votamos y a no tener que aceptar la vida como nación fuera de la Unión Europea», afirmó Sturgeon. En octubre pasado, la jefa del Gobierno autónomo escocés anunció que una vez celebradas las elecciones iniciaría conversaciones con Londres para solicitarle el permiso para organizar a lo largo del 2020 un nuevo referendo, siguiendo el mismo modelo empleado en la anterior consulta celebrada en el 2014. Ese referendo contó con la aprobación del entonces premier David Cameron, una voluntad que en absoluto tiene ahora Boris Johnson.

Una puerta cerrada

En previsión de que la postura del primer ministro va a seguir siendo la misma, Nicola Sturgeon le envió el siguiente mensaje: «Boris Johnson no tiene derecho a sacar a la gente de Escocia de la UE, pero sobre todo no tiene derecho a impedir que los escoceses decidan su futuro». Tras la diatriba contra Londres, Sturgeon anunció que la próxima semana publicará «el argumento democrático y detallado para la transferencia del poder que permita un referendo que no sea susceptible de recurso legal».

La ley de Escocia que recreó el Parlamento de Edimburgo en 1998 reserva a Londres la competencia «sobre la Unión», pero Sturgeon ha sugerido que, si Johnson le negase su ambición, acudirá a los tribunales para argumentar que el Parlamento de Edimburgo tiene el poder de convocar referendos.

Sturgeon ha subrayado en diversas ocasiones su rechazo a una vía catalana que avance hacia la independencia mediante una decisión unilateral del Parlamento escocés. Su argumento es que la consulta debe tener las garantías legales que permitirían a la Unión Europea aceptar una solicitud de reingreso por la Escocia independiente. Un grupo hasta ahora reducido de diputados de su partido cree que el único recurso que les queda es la vía catalana.

Pero no solo Escocia podría darle dolores de cabeza a Johnson. En Irlanda, los republicanos nacionalistas antibrexit (Sinn Féin) han logrado, por primera vez, más escaños en Westminster que las fuerzas unionistas y probritánicas del DUP, otrora aliados del Gobierno tory mayoritario.