Trump penalizará a las universidades que permitan actos críticos con Israel

Carlos Pérez Cruz WASHINGTON / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

RONEN ZVULUN | Reuters

Firma una orden ejecutiva que identifica «de facto» el judaísmo como una nacionalidad

12 dic 2019 . Actualizado a las 18:57 h.

Asegura que pretende «combatir el antisemitismo», pero el objetivo es amordazar a las voces críticas con Israel en el ámbito académico. Donald Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva para atajar el «acoso antisemita en colegios y campus universitarios» que apunta, sin embargo, contra el movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), promovido por activistas palestinos e internacionales como una herramienta pacífica para poner fin a la ocupación israelí. 

Durante un acto de celebración de la festividad de Hanukkah en la Casa Blanca, Trump fue claro: si las universidades «quieren aceptar la tremenda cantidad de dólares federales que reciben cada año, deben rechazar el antisemitismo. Es así de simple». Por si las dudas, aclaró que con ello su Administración toma una «posición firme contra» el BDS. Solo días antes, el Departamento de Educación ordenó a dos universidades que cambiaran su plan de estudios sobre Oriente Medio por su supuesto sesgo antiisraelí.

Para dar pie a su particular boicot a la libertad de expresión (garantizada por la primera enmienda de la Constitución), la orden ejecutiva de Donald Trump se acoge a la Ley de Derechos Civiles de 1964. En concreto se remite al Título VI, que prohíbe la discriminación «por motivo de raza, color y nacionalidad» en aquellas actividades y programas que reciban fondos federales. La orden de Trump identifica «de facto» el judaísmo con una nacionalidad e incluso con una raza, aunque el presidente intenta enmarcarla en el ámbito religioso. Sin embargo, el propio articulado de la orden reconoce que el Título VI «no cubre la discriminación por motivos religiosos». Y si bien no todos los judíos son religiosos, Trump los considera «miembros de un grupo que comparte prácticas religiosas comunes».

En un artículo de opinión publicado en The New York Times, Jared Kushner, asesor y yerno de Donald Trump, defiende que la orden «no define a los judíos como una nacionalidad», sino que simplemente dice que si son «discriminados por sus características étnicas, raciales o nacionales, tienen derecho a la protección de la ley contra la discriminación».