El suceso se desencadenó tras interceptar un policía a un vehículo cargado de armas ilegales. Los ocupantes mataron al agente y luego se refugiaron en una tienda durante dos horas
11 dic 2019 . Actualizado a las 07:52 h.Seis personas murieron en el estado de Nueva Jersey, EE.UU., antes y durante un tiroteo que duró más más de dos horas en una tienda de comestibles kosher de Jersey City
Las causas del suceso aún no están del todo claras, pero según el jefe de la Policía de Jersey, Mike Kelly, hay un policía muerto. El agente falleció antes cuando interceptó a los sospechosos, que llevaban un cargamento de armas, según recogen las agencias Colpisa y AFP.
Aunque el tiroteo tuvo lugar en un establecimiento de alimentos especiales para la religión judía, el mando policial referido descartó que se tratase de un crimen de odio o bien de un acto de terrorismo. Los dos presuntos agresores, que también murieron tras disparos de otros agentes, eran dos hombres aún sin identificar, al igual que tampoco lo están tres víctimas mortales civiles, al parecer clientes de la tienda que fueron asesinados por los dos criminales.
Según explicó Kelly en rueda de prensa, el agente fallecido es Joseph Seals, un veterano con 13 años de antigüedad en el cuerpo que estaba casado y con cinco hijos. Pertenecía a la unidad policial encargada de sacar armas ilegales de las calles y, conforme a la versión oficial, precisamente eso es lo que estaba haciendo cuando fue tiroteado por los dos agresores, mientras les pedía sus documentos de identificación tras parar su vehículo.
Eso ocurrió junto al cementerio Bay View de Jersey, Seals, que era detective y vestía de civil, recibió un disparo mortal en la cabeza. Estaba acompañado de otro agente, también de paisano, que resultó herido en el hombro. Tras tirotearles los dos atacantes huyeron en una camionera de alquiler que habían robado antes. Poco después les siguieron varios vehículos policiales y terminaron su huida refugiándose en la tienda de comestibles referida. Allí estuvieron casi horas, con un intercambio intenso de disparos con los agentes que rodeaban el local.
«Elevada potencia de fuego» El jefe Kelly explicó que los policías recibieron «fuego procedente de armas de elevada potencia», aunque no concretó las armas utilizadas por los delincuentes. Sí apuntó, no obstante, que ante la sospecha de que la camioneta pudiera contener explosivos tuvo que intervenir un robot policial de desactivación antes de considerar la zona fuera de peligro. Además, apuntó que decenas de efectivos policiales de hasta siete municipios del estado de Jersey, además de agentes de Nueva York y del FBI respondieron a los avisos tras el incidente.
Los hechos se produjeron en una barriada de la comunidad de Greenville, junto a una sinagoga y una escuela. De hecho, los agentes tuvieron que desalojar varios negocios y las calles cercanas, además de ordenar el cierre preventivo de todos los centros educativos de Jersey City -con 30.000 alumnos en total, que permanecieron en las aulas hasta que terminó la alarma-, como medida de seguridad para evitar que pudiera haber más víctimas.