Piñera da un bono de «alivio» a más de un millón de familias chilenas para calmar el descontento social

La Voz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Piñera posa con un cuadro que le regalaron unos escolares el dia de su cumpleaños
Piñera posa con un cuadro que le regalaron unos escolares el dia de su cumpleaños Sebastian Beltran Gaete| Europa Press

La incapacidad del presidente para controlar el caos obliga al Banco Central a vender reservas para neutralizar la devaluación de la moneda

03 dic 2019 . Actualizado a las 17:32 h.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha anunciado un bono de 100.000 pesos (unos 113 euros) para 1,3 millones de familias, un «alivio» con el que el Gobierno aspira a suavizar el descontento social subyacente a la última ola de manifestaciones.

«Hoy vamos a enviar un proyecto de ley al Congreso que permite otorgar un bono, que en promedio va a ser de 100.000 pesos por familia», ha anunciado Piñera, que estima llegar con estas ayudas a «cerca de seis millones de chilenos».

«Sé que los bonos no resuelven todos los problemas, pero también sé que significa un importante alivio, una ayuda, en un momento en que tantas familias chilenas lo necesitan», ha añadido el mandatario, según recoge Europa Press.

Piñera, no obstante, confía «sobre todo» en «poner en marcha» la economía chilena, de tal forma que «la gente se sienta más tranquila, más segura». También ha considerado «importante» que «de una vez por todas» se ponga fin a la violencia y a los saqueos que aún persisten tras las protestas.

En este sentido, ha defendido que «el Gobierno ha hecho todos los máximos esfuerzos para escuchar y atender las necesidades de la gente», al igual que las fuerzas de seguridad hacen todo lo posible «para asegurar el orden público, la tranquilidad ciudadana, la paz social» y la Fiscalía y los jueces para depurar responsabilidades.

Piñera declaró el estado de emergencia en respuesta a las masivas protestas que estallaron el 17 de octubre contra la cuarta subida del precio del metro en pocos meses. Los manifestantes rápidamente asumieron otras reivindicaciones sociales, denunciando la desigualdad y reclamando una reforma constitucional que finalmente sí tendrá lugar.

Mercado financiero

La célebre estabilidad de la economía chilena comienza ya a resquebrajarse a raíz del estallido social. El presidente  Piñera, con una aprobación de apenas el 12 %, no consigue controlar el caos y los mercados ya lo perciben. A partir de esta semana el Banco Central venderá reservas para neutralizar una devaluación que se acelera al calor de la incertidumbre, informa Colpisa.

El Ministerio del Interior celebró que los «eventos graves» bajaron de trece a cinco en un día y los detenidos, de 172 a 37. Sin embargo, el coste político y económico de manifestaciones, incendios, saqueos y cortes de tráfico va en aumento. Lo mismo sucede con la represión. Si bien el número de protestas va en caída, se amplifican las denuncias contra el Gobierno por graves violaciones de los derechos humanos.

Según la Fiscalía Nacional desde el 18 de octubre 20.217 personas fueron procesadas. Del total, cerca de 2.000 quedaron detenidas, en su mayoría por saqueos. Los atacantes no solo realizan incursiones para llevarse mercadería a su casa. Muchos utilizan los bienes para quemarlos en barricadas o como escudos contra el ataque de la Policía.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA alertaron sobre graves violaciones de los derechos humanos en Chile y puntualizaron casos de golpes, tratos crueles, tocamientos y violaciones. Una brutalidad policial que ha quedado registrada en infinidad de vídeos que circulan en redes sociales. Del total de 241 personas con trauma ocular severo por disparos de diverso tipo, dos ya han perdido la vista por completo, Gustavo Gatica, un estudiante de 21 años, y Fabiola Campillay, de 36. El muchacho tomaba fotos en una protesta en Santiago cuando recibió el impacto de balines en el rostro y la mujer iba a su trabajo cuando una granada de gases lacrimógenos le estalló en la cara.