«Vivir con la inflación que se registra en Argentina te desordena la vida»

ariadna arias rial BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Rafael Cuadrado y su hija Martina regresaron al paí hace siete años tras emigrar a Galicia
Rafael Cuadrado y su hija Martina regresaron al paí hace siete años tras emigrar a Galicia

A tres días de las presidenciales, ciudadanos de a pie relatan cómo conviven con un mal endémico en el país

24 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La inflación es un problema endémico de Argentina. El país lo lleva en la sangre, en el ADN. Ningún presidente ha podido con este mal económico que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), terminará el año en un 57,3 %, la tercera más alta del mundo. Además, la cifra de pobreza ronda el 35,4 % y ha dejado a más de 15 millones de argentinos en total desamparo. A las puertas de las elecciones del 27 de octubre, que prometen un cambio de Gobierno, solo queda ceder la palabra a los que más sufren la inflación: los argentinos.

«Vivir con la inflación es una incomodidad, te desordena la vida», cuenta Rafael Cuadrado, de 58 años y residente en Buenos Aires. Su familia volvió hace siete años de Galicia. Habían emigrado a Vigo con su hija pequeña, Martina, pero decidieron regresar porque echaban de menos su país de origen. «Cuando volvimos a Argentina no pensábamos que llegaríamos a estar tan preocupados por la situación política. Creíamos que viviríamos más tranquilos». Su hija coincide con él. «A mí me descoloca vivir con la inflación. Nunca estoy segura de cuánta plata voy a usar en el día a día», dice. Por eso se muestran entusiasmados y optimistas ante las elecciones, pues creen que un cambio de Gobierno «va a ser muy positivo».

Mercedes Navallas, junto a su madre, ve imposible ahorrar a causa del a inflación
Mercedes Navallas, junto a su madre, ve imposible ahorrar a causa del a inflación

Subidas semanal y trimestral

Mercedes Navallas, de 35 años y profesora en Buenos Aires, cree que la inflación le impide ahorrar. «Se me va el dinero en el alquiler y en el supermercado», lamenta. Los precios en las tiendas van subiendo semanalmente; los de los pisos, cada trimestre. Aunque no es algo regulado por el Estado, los dueños de los apartamentos elevan el alquiler cada 90 días para ajustarlo a la inflación. «Sin embargo, los sueldos no se ajustan de forma proporcional», continúa. Como consecuencia, los argentinos ven mermado su poder adquisitivo.

Maximiliano Pando vive en Villa Adelina, en la provincia de Buenos Aires, con su madre jubilada. Espera las elecciones ansioso. «A finales de octubre se terminará la primavera y empezará el verano de un nuevo gobierno», augura. Sus ojos reflejan emoción. Maximiliano vivió cinco años en España y confiesa que, en Argentina, hay ciertos lujos que ya no se puede dar, como «ir a comer a un restaurante los findes», aunque no se plantea volver. Pepe, un conductor de Uber bonaerense de 54 años que vivió en Málaga, no comparte esta opinión y solo piensa en emigrar. «En España logré cosas que aquí ni me imagino, como juntar dinero para mi jubilación», explica. «A mí que no me engañen, esto ya no lo arregla nadie», concluye, mostrándose escéptico ante las elecciones.

La continua caída del peso propicia las transacciones en dólares e incluso en euros Alba López es de Lugo y lleva tres años viviendo en Tigre, una ciudad al norte de Buenos Aires. Vino para estar con su novio argentino y comenta la diferencia cultural entre ambos países. «Argentina es una cultura más salvaje donde se vive más al día. En España estamos más tranquilos porque vemos cubiertas todas nuestras necesidades», explica. Ella es artesana y no gana más de 12.000 pesos al mes, que equivalen a unos 180 euros. «Con eso nos vamos arreglando, vendemos en la calle lo que fabricamos y después comemos lo que podemos y compramos nuevos materiales», relata. Estas elecciones serán las primeras en las que pueda votar en Argentina, ya que hace poco consiguió los papeles. Lo que más le llama la atención es que todo sea más caro que en España y, sin embargo, los sueldos sean mucho más bajos.

Alba López, originaria de Lugo, lleva tres años en la ciudad norteña de Tigre y votará por primera vez en Argentina en estas elecciones
Alba López, originaria de Lugo, lleva tres años en la ciudad norteña de Tigre y votará por primera vez en Argentina en estas elecciones

Ante la continua caída del peso, son muchos los que deciden hacer acopio de divisas extranjeras. La economía sumergida de Argentina tiene la cara de George Washington impresa en papel de dólar. Los restaurantes traen cuentas con tres posibilidades distintas de pago: pesos, dólares o euros. Los alquileres se priorizan para aquellos extranjeros dispuestos a pagar en su moneda local. Y, en las tiendas locales, nadie le hace ascos a rebajar el precio algunos pesos si se paga en dólares.

Y es que el peso ya casi no tiene valor. Los 15 puntos de ventaja que Alberto Fernández, el candidato del Frente de Todos, le sacó a Mauricio Macri, el actual presidente, en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto reflejan que el cambio de Gobierno es casi inevitable. Solo el tiempo dirá si el candidato peronista está o no a la altura de las expectativas.