El portazo de la UE a Macedonia del Norte pone en riesgo la estabilidad de los Balcanes

Ivan Blazevski SKOPIE / EFE

INTERNACIONAL

La estatuta del Guerrero a Caballo preside una de las plazas del centro de Skopie
La estatuta del Guerrero a Caballo preside una de las plazas del centro de Skopie Ognen Teofilovski | Reuters

La negativa a iniciar las negociaciones de adhesión debilitan las aspiraciones geopolíticas europeas frente a potencias como Rusia o China

23 oct 2019 . Actualizado a las 20:30 h.

Las festividades previstas en Macedonia del Norte para celebrar el inicio de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea han quedado anuladas por el gran fiasco del Consejo Europeo del pasado viernes y las consecuencias políticas que amenazan a Skopie y a la credibilidad europea en los Balcanes.

Tanto Skopie como Tirana estaban convencidas de que la UE fijaría una fecha para empezar el largo proceso de negociaciones y la negativa, principalmente por parte de Emmanuel Macron, se ha tachado hasta en la UE de «error histórico». El presidente francés torpedeó la entrada de estos países con el argumento de que se debe profundizar en el proceso interno de reformas de la UE antes de aceptar nuevos miembros, algo que en estos momentos podría debilitar las aspiraciones geopolíticas europeas en los Balcanes frente a otras potencias. 

Adelanto electoral

El rechazo europeo ha decepcionado profundamente a líderes y pueblo macedonios, que han llevado a cabo reformas en sus instituciones, el sistema judicial, la lucha contra la corrupción y su Constitución, nombre e identidad nacional. Ahora, el primer ministro socialista, Zoran Zaev, que puso casi todas sus cartas en el acuerdo con Grecia para cambiar el nombre y poder acceder a la OTAN y la UE, ha pedido el adelanto de las elecciones generales para abril.

Tras la política de reformas emprendidas por Zaev -a veces a pesar del rechazo ciudadano-, la negativa al que es candidato oficial a la adhesión desde hace 14 años ha dejado un paisaje de incertidumbre.

Este último «no» podría ser el golpe de gracia para el Gobierno de Zaev, que arrastra las cicatrices del fracasado referendo sobre el cambio de nombre del país del 2018.

A pesar de la escasa participación -un 36,91 %, muy por debajo del 50 % + 1 necesario para validar el resultado- a Zaev le bastó la apabullante victoria del sí entre los que votaron para sacar adelante el acuerdo con Grecia, en aras de alcanzar así la adhesión a la OTAN y la UE.

«El nuevo nombre del Estado, el acuerdo con Grecia, el fracaso del referendo, los casos de corrupción, la ley sobre el albanés como segunda lengua oficial... El Gobierno ha apostado todo por la UE y la OTAN pero ha ignorado lo demás», dijo Vladimir Bozhinovski, director del Instituto de Estudios Políticos de Skopie.

Las últimas encuestas sitúan como líder con ocho puntos de diferencia al partido conservador VMRO-DPMNE, de fuerte carácter nacionalista y que aún no acepta el cambio de nombre del país. En el pasado esta formación también ha hecho de la integración europea una de sus banderas en política exterior pero ha dejado claro que nunca a costa de su identidad nacional. Muchos temen que el portazo europeo dé alas al mismo populismo que intenta combatir. 

La sombra de Rusia y China

La decisión del Consejo Europeo ha socavado la credibilidad de la UE y sus promesas en una región de por sí inestable. Una de las principales razones por la que líderes tanto europeos como estadounidenses han hecho campaña por la integración de Skopie en la OTAN y la Unión es el riesgo de que la exrepública yugoslava pudiera girarse hacia Rusia.

Durante el último mandato liderado por el VMRO-DPMNE (2006-2016) se abrió la puerta a la construcción por parte de Moscú de un gasoducto a través de los Balcanes, y se alcanzaron acuerdos comerciales con China para participar en la Nueva Ruta de la Seda entre otros. Zaev echó el freno a estas relaciones.

Aunque ninguno de los dos grandes partidos ha explicitado una intención de sustituir a la UE por otra potencia como aliada prioritaria, la volatilidad de la región da lugar a que Occidente tema este posible desarrollo geopolítico.

Muchos analistas se cuestionan por qué los Balcanes avanzan en su integración europea a distintas velocidades, especialmente cuando Estados como Macedonia del Norte han ejecutado de forma ejemplar las reformas requeridas, frente a otros que sí han comenzado las negociaciones de adhesión y siguen abriendo capítulos, como Serbia. Otros temen que la inestabilidad de la integración europea complique una posible paz entre Serbia y Kosovo o empuje a las poblaciones mayoritariamente musulmanas como la albanesa hacia Turquía.

El acuerdo de Prespa

El VMRO-DPMNE nunca ha aceptado el nombre Macedonia del Norte y continúa utilizando el que se eliminó de la Constitución a principios de año. Aunque el proceso sería complicado, existe una posibilidad de que el acuerdo de Prespa sea cancelado, probablemente a través del Tribunal Constitucional y con el fracaso del referendo como argumento principal.

Otra opción para el acuerdo tras el rechazo europeo es que se demore su implementación en algunos aspectos que iban subordinados a la apertura de capítulos de adhesión a la UE.