El diplomático estadounidense de mayor rango en Ucrania ofrece el testimonio más dañino para Trump

carlos pérez cruz WASHINGTON / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El exasesor de Seguridad Nacional John Bolton junto a William Taylor, durante un homenaje en Kiev a soldados fallecidos en Ucrania
El exasesor de Seguridad Nacional John Bolton junto a William Taylor, durante un homenaje en Kiev a soldados fallecidos en Ucrania GLEB GARANICH | Reuters

Relató en el Congreso cómo el presidente ordenó la congelación de la ayuda militar a este país por un interés electoralista

24 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras redes y medios discutían sobre la última salida de tono de Donald Trump, el diplomático estadounidense de mayor rango en Ucrania, William Taylor, ofrecía ante los congresistas el testimonio más dañino hasta la fecha para la suerte del presidente y su posible impeachment. Conforme se debatía la queja de Trump de estar sufriendo un «linchamiento», en un país donde los afroamericanos fueron sometidos a ellos, Taylor ofrecía a puerta cerrada un detallado relato de cómo el presidente había ordenado retener la ayuda militar a Ucrania a cambio de que su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, se comprometiera públicamente a abrir varias investigaciones de las que podría obtener rédito electoral. Entre ellas, una al exvicepresidente Joe Biden, actual precandidato demócrata a las elecciones presidenciales del año próximo.

El testimonio es demoledor para Trump porque Taylor ofreció detalles concretos sobre el principal motivo de sospecha por el que los demócratas abrieron la investigación de cara a un posible impeachment: que el presidente puso en riesgo la seguridad nacional al congelar la ayuda militar a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa del este del país -391 millones de dólares aprobados por ambos partidos en el Congreso- por un objetivo electoralista.

El currículo del diplomático, funcionario desde tiempos de Ronald Reagan, nombrado embajador en Kiev por George W. Bush, pone difícil a los republicanos adjudicarle una motivación partidista, tal y como se apresuró a hacer la Casa Blanca con un comunicado en el que insistió en denunciar «una campaña de difamación coordinada por congresistas de extrema izquierda y burócratas radicales que no han sido elegidos y que están llevando a cabo una guerra contra la Constitución». Burócratas como Taylor, reclutado en mayo por el propio secretario de Estado de Trump, Mike Pompeo, después de que el presidente ordenara la salida de Kiev de la embajadora Marie Yovanovitch, vista aparentemente como un obstáculo para los planes del presidente.

Aunque compareció a puerta cerrada, se filtró a los medios el testimonio inicial de William Taylor, en el que aseguró que Gordon Sondland, actual embajador de EE.UU. ante la Unión Europea, y generoso donante de la campaña de Donald Trump sin experiencia diplomática, le dijo «que el presidente Trump le había dicho que quiere que el presidente Zelenski declare públicamente que investigará a Burisma», la empresa en la que trabajó el hijo de Joe Biden. «De hecho», explicó Taylor, «el embajador Sondland dijo que todo dependía de ese anuncio, incluida la ayuda de seguridad». Es decir, el dinero retenido por Trump. Donde Taylor interpretaba un quid pro quo que jugaba con elementos clave de la seguridad nacional, Sondland veía un Trump «empresario» que antes de «firmar un cheque a alguien que le debe algo», se asegura de que este le «salde la deuda», según declaró Taylor.

Durante su testimonio, el diplomático explicó que Sondland forma parte de un «canal irregular e informal» de comunicación entre Estados Unidos y Ucrania, al margen del oficial, en el que también participa el abogado de Trump, Rudy Giuliani.