El cuatripartito que gobierna Suiza retrocede en las urnas ante el empuje de Los Verdes

LA VOZ REDACCIÓN / AGENCIAS

INTERNACIONAL

ENNIO LEANZA | EFE

Los ecologistas, cuarta fuerza, exigirán entrar en el Gobierno por primera vez en 60 años

20 oct 2019 . Actualizado a las 21:41 h.

Los Verdes, que han pasado de ser un partido minoritario a estar entre los cuatro principales del Parlamento, han sido los grandes protagonistas en las elecciones celebradas este domingo en Suiza, en las que los cuatro partidos tradicionales en el Gobierno cedieron votos y escaños.

Conservadores (que pese a todo fueron la formación más votada), socialistas, liberales y democristianos, los cuatro partidos que gobiernan en coalición desde 1959, perdieron en total 23 de sus escaños en el Consejo Nacional (de 200 diputados), mientras que los Verdes, liderados por Regula Rytz, pasaron de 11 a 28.

Ello los convierte, a falta de que los escrutinios finales confirmen los resultados, en la cuarta formación política del país, adelantando por primera vez a los democristianos (con sólo 25 escaños) y solo por debajo de conservadores (54), socialistas (38) y liberales (29).

El fuerte ascenso de los Verdes, tras una campaña en la que las propuestas de los distintos partidos para combatir la lucha contra el cambio climático han tenido un papel protagonista, hace soñar a los ecologistas con entrar en el Gobierno, después de 60 años de alianza entre partidos históricos de derecha e izquierda.

«Hemos vivido un cambio enorme, y si nos confirmamos como cuarto partido habrá que debatir una nueva 'fórmula mágica' para representar mejor la diversidad de partidos en el Consejo Federal», proclamó Rytz, la líder de los Verdes, en declaraciones a la televisión nacional RTS.

El Consejo Federal de siete miembros (Gobierno suizo) ha estado desde 1959 compuesto por esa «fórmula mágica», que es como los suizos apodan a la gran coalición de consejeros (actualmente hay dos conservadores, dos socialistas, dos liberales y uno democristiano).

La composición de ese Gobierno será votada en diciembre, durante la primera reunión del Consejo Nacional y el Consejo de los Estados (cámara alta) formados tras los comicios de este domingo, aunque la presencia de unos u otros partidos en el Consejo Federal no es siempre reflejo matemático de los escaños obtenidos y se adoptará tras negociación.

El ascenso de los Verdes se produce en un año marcado en Suiza por numerosas protestas por el clima en diversas ciudades de país, protagonizadas en la mayor parte de los casos por jóvenes que se unieron a las huelgas iniciadas por la adolescente sueca Greta Thunberg.

En este sentido, una de las primeras en congratularse del resultado electoral ha sido la organización ecologista Greenpeace, quien en un comunicado aseguró que el clima «ha sido el gran ganador del día» y exigió que el parlamento suizo se adapte a las prioridades que ha mostrado el electorado con sus votos.

Los conservadores de la Unión Democrática del Centro (UDC), el partido del presidente Ueli Maurer, se mantienen como la formación más votada, con 54 escaños y un 25,8 % de los sufragios, pero también son los que más retroceden (11 escaños menos). El Partido Socialista de la vicepresidenta Simonetta Sommaruga se hizo con el 16,6 % los votos y 38 escaños, cinco menos que en las anteriores elecciones de 2015, mientras que el Partido Liberal Radical se mantiene como la tercera formación del país con un 15,3 % de las papeletas y 29 escaños, perdiendo cuatro. El centrista Partido Demócrata Cristiano, con un 11,4 % de las papeletas, pierde tres escaños y se queda en 25.

En las primeras reacciones tras conocerse los resultados, la vicepresidenta de UDC, Céline Amaudruz, se felicitó por que su partido se mantenga como el más apoyado por los votos, tras una campaña en la que la formación adoptó un discurso contrario a un aumento de las relaciones con la UE y crítico con la inmigración.

La vicepresidenta socialista, Ada Marra, dio por su parte la enhorabuena a los Verdes por su entrada entre las principales formaciones del parlamento, algo que consideró muy positivo para la política nacional. Los liberales, por voz de su vicepresidente Christian Lüscher, aseguraron que pese al leve retroceso de su partido el resultado «podría haber sido peor si nuestra presidenta (Petra Gössi) no hubiera dado un claro viraje climático» en campaña.