El régimen de Maduro logra un puesto en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Protesta en Caracas contra la vulneración de derechos humanos en Venezuela
Protesta en Caracas contra la vulneración de derechos humanos en Venezuela CARLOS GARCIA RAWLINS | Reuters

La elección en la ONU ha causado estupor en los vecinos de Venezuela y la Unión Europea, que apoyaban la candidatura alternativa de Costa Rica

17 oct 2019 . Actualizado a las 19:20 h.

En medio del estupor de sus vecinos latinoamericanos y de buena parte de los analistas del propio país, el régimen de Nicolás Maduro logró un puesto para Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, como uno de los dos miembros de América Latina, en detrimento de Costa Rica, que había presentado una candidatura de última hora tratando de impedir aquello que la «revolución bolivariana» negoció internacionalmente durante varios meses.

Venezuela necesitaba 97 votos y obtuvo 105, mientras Brasil, el otro país elegido para el Consejo de Derechos Humanos, logró 153. Costa Rica quedó con 96.

El régimen de Maduro participará entre el 2020 y el 2023 en las decisiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU a pesar de dos recientes y demoledores informes de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que dan cuenta de la migración forzada de más de 4 millones de venezolanos, de miles de ejecuciones extrajudiciales y de la vulneración sistemática de todos los derechos de los ciudadanos en el país sudamericano, desde el derecho a la alimentación hasta el de la propiedad.

Sin embargo, en la sede de la ONU de Nueva York, donde se realizó la votación, se escucharon aplausos cuando se anunció la designación de Venezuela. Los vítores vinieron de la propia delegación venezolana, la cubana (que cedió su puesto para que ingresara el régimen de Maduro) y de algunas delegaciones de los miembros del Caricom (comunidad del Caribe) y de miembros de los países no alineados.

La posible elección de Venezuela como miembro del Consejo de Derechos Humanos tuvo una intensa campaña en contra por parte de Estados Unidos y los países del Grupo de Lima, de los cuales tanto Costa Rica como Brasil son miembros fundamentales. La Unión Europea se había sumado al rechazo y al impulso de la candidatura del país centroamericano, finalmente infructuosa.

Sobrre el resultado de la votación, el internacionalista venezolano Mariano de Alba, residente en Nueva York, señaló: «En la práctica, el hecho de que Venezuela forme parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU no frenará los informes de la Oficina del Alto Comisionado. El primer informe se aprobó en el 2018, cuando el régimen era parte del Consejo (…) no es inédito ni inusual que un país muy cuestionado en derechos humanos sea miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU».

Minutos después de la elección, el fiscal general venezolano designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, anunció la excarcelación de 24 presos políticos de los más de 500 que actualmente están en las mazmorras del madurismo, señalando que estas excarcelaciones son un «gesto de buena voluntad del Estado venezolano» en línea con la designación de Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos.

De los nombres de los excarcelados, hasta ahora, solo se conoce el de Pedro Jaimes, un tuitero que a través de la cuenta @aereometeo había anunciado la ruta del avión presidencial de Maduro en el 2018 (información pública disponible en www.flightradar.com), lo cual lo hizo caer en los calabozos del Sebin, la temida policía política del régimen del mandatario, que tardó más de un año en presentarlo ante tribunales. 

Sus abogados habían denunciado en la víspera de la excarcelación que Jaimes había sido torturado sistemáticamente, golpeado con bates forrados de goma espuma, y que estaba preso en un sótano de un metro por dos, donde había sido mordido por ratas y cucarachas.