Moreno aprovecha el toque de queda para recuperar Quito de las protestas indígenas por el subsidio a las gasolinas

La Voz QUITO / EFE, EUROPA PRESS

INTERNACIONAL

Bienvenido Velasco | Efe

14 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El toque de queda y la militarización en el distrito metropolitano de Quito que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decretó el sábado tras vivir la jornada más violenta desde que comenzaron las protestas el 3 de octubre, ha permitido recuperar las calles del casco histórico, el epicentro de las manifestaciones indígenas que se oponen al «paquetazo» económico del mandatario y que elimina el subsidio a la gasolina y el diésel.

Quito amaneció ayer como si se tratara de una zona devastada por algún terremoto, con vías obstruidas, calles ennegrecidas por fogatas, avenidas cerradas y la huella de la jornada de protestas más dura. Por la noche se celebró un peculiar «cacerolazo» nocturno por la paz y las últimas broncas de los manifestantes con los policías, que desafiaron el toque de queda aplicado por el Gobierno: «Hemos recuperado el completo control en las zonas de la Contraloría y la Asamblea», afirmó la ministra de Interior, María Paula Romo, que reconoció que se detuvieron a 34 personas por la destrucción del edificio donde se ubica el Tribunal de Cuentas (Contraloría). El toque de queda ha sido aprovechado por Moreno para recuperar el orden la ciudad, que ayer amaneció con la posibilidad de que la huelga indígena que cumplió ya once días termine con el diálogo entre las partes.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que lidera la protesta, aceptó ayer al mediodía (hora local) acudir a una mesa de diálogo con Moreno, aunque los disturbios continuaron hasta bien entrado el toque de queda. Por su parte, Moreno se comprometió a analizar y revisar el decreto que elimina el subsidio a los combustibles.

Desde que comenzaron las protestas han muerto al menos seis personas y cerca de un millar han resultado heridas. El Gobierno también procedió a la detención de la alcaldesa de la ciudad costera de Durán, Alexandra Arce, muy cercana al expresidente Correa, para investigar su vinculación con los disturbios y con el paro nacional. El origen de las protestas contra Moreno es la reforma económica anunciada el 1 de octubre fruto del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional para conseguir una inyección económica de 4.200 millones de dólares para el país.