Acusa a la demócrata de traición y pide su destitución inmediata
08 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando se cumplen dos semanas de la apertura del proceso político contra Donald Trump, se incrementa la tensión entre demócratas y republicanos. Mientras los primeros afrontan una semana repleta de pesquisas para apuntar la presunta culpabilidad del presidente, los segundos se repliegan en su defensa.
En un intento de marcar la agenda mediática a su favor, Trump acusó el domingo por la noche a la presidenta de la Cámara de Representantes y líder demócrata, Nancy Pelosi, de «traición» y pidió que tanto ella como el presidente de la Comisión de Inteligencia que lidera el impeachment, Adam Schiff, sean destituidos de inmediato.
Esta nueva ráfaga de tuits fue secundada en las horas siguientes por una larga lista de republicanos entre los que se encuentran el vicepresidente, Mike Pence; el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich; o la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel. «Nancy Pelosi no está interesada en la verdad», tuiteó McDaniel. «Ella solo está tratando de destruir a Trump», añadió.
El respaldo al presidente entre los miembros de su partido sigue siendo casi unánime. Solo dos figuras como el secretario de Estado de George Bush, Colin Powell, y el senador republicano Mitt Romney arremetieron contra él. Abrir grietas se paga caro. «Es un imbécil pretencioso». Fue el piropo de Trump a Romney por sus críticas a la conversación telefónica que mantuvo el pasado 25 de julio con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, principal prueba del proceso de impeachment.
Segundo informante
La campaña anti-Pelosi se inició poco después de que se hiciera pública la existencia de un segundo informante dispuesto a corroborar las presiones de Trump a su homólogo ucraniano para investigar a su potencial rival en las elecciones del 2020, Joe Biden. Así lo aseguró Mark Zaid, el abogado que representa a ambos, en una entrevista a la cadena ABC, en la que dijo que su nuevo cliente también es un agente de la Inteligencia de EE.UU. con información de primera mano.
La aparición de este segundo confidente podría ser clave para los legisladores demócratas. Y no ser el único. En Twitter, el letrado Andrew Bakaj, que también representa al primer agente, explicó que está presentando a «múltiples informantes».
Trump reaccionó alegando que se trata de otro miembro del «estado profundo», un término que utiliza para expandir la teoría de la conspiración de un supuesto grupo de burócratas que intenta derrocarle. La respuesta llegó de 90 exfuncionarios de seguridad nacional de EE. UU. que respaldaron en una carta pública al denunciante anónimo. Entre los firmantes se encuentran los exdirectores de la CIA John Brennan y Michael Hayden. Los demócratas pidieron ayer al Departamento de Defensa y a la Oficina de Presupuesto documentos sobre la retención de ayuda militar con la que Trump intentó chantajear a Zelensky.