El ultranacionalismo de Bolsonaro y Trump toma la Asamblea de la ONU
INTERNACIONAL
El presidente brasileño cargó contra Cuba y contra los que aseguran que el Amazonas es patrimonio de la Humanidad. «Es un error decir que nuestros bosques son el pulmón del mundo»
24 sep 2019 . Actualizado a las 23:09 h.Los dos representantes mundiales del ultranacionalismo, el presidente norteamericano Donald Trump y su homólogo brasileño Jair Bolsonaro, dejaron claro este martes ante los cerca de 150 jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Nueva York en la 74.ª Asamblea General de las Naciones Unidas que el patriotismo está por encima del multilateralismo que propugna esta organización. Fueron los primeros en intervenir, tras el discurso de apertura del secretario general de la ONU, António Guterres. Y no desaprovecharon la ocasión.
Con tono solemne y sin desviar la mirada del teleprompter, el presidente de Estados Unidos apareció en la tribuna para cargar contra sus principales enemigos: Irán, Venezuela y China. «El futuro pertenece a los patriotas, no pertenece a los globalistas», sentenció nada más comenzar, junto a una primera advertencia: «Hemos gastado mucho dinero en renovar nuestro Ejército, esperamos no tener que volver a utilizarlo».
Trump no escatimó ataques contra Teherán ante la mirada de su presidente, Hasán Rohaní, presente en la sala. El mandatario exigió a los líderes mundiales actuar contra el «deseo de sangre» mostrado por Irán en los recientes ataques contra dos refinerías de Arabia Saudí. Advirtió de que no levantará las sanciones e incluso amenazó con endurecer las medidas.
Este nuevo empujón a su campaña de presión sobre el régimen persa contaba con el respaldo mostrado la víspera por Alemania, Francia y el Reino Unido a su tesis de la autoría de Irán. Una posición que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, abordó con cautela en la reunión bilateral mantenida con Rohaní. «La posición de España es solidaria con los países europeos», se limitaron a explicar fuentes de la Moncloa, que añadieron que Sánchez mantiene su apoyo al Pacto Nuclear firmado en el 2015, y que EE.UU. abandonó en el 2018.
El presidente de EE.UU. repasó los avances económicos del país, aplaudido por su familia al completo desde la grada, como preludio de su embestida contra China, país al que acusó del robo de patentes tecnológicas y de prácticas financieras injustas. Según Trump, los vientos de la recesión soplan desde Pekín por las infracciones comerciales cometidas durante los últimos 18 años, cuando se le permitió entrar en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Un «títere» de los cubanos
Por otro lado, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que llegó a Moscú para reunirse este miércoles con el otro gran ausente en la cumbre, Vladimir Putin, no pudo escuchar cómo Donald Trump le llamaba «títere» de los cubanos para después lanzar su discurso contra las políticas de izquierda que, aseguró, en el último siglo «han matado a miles de personas» en todo el mundo.
Un discurso en consonancia con el del presidente de Brasil, que fue el primero en hablar, como marca la tradición para los que se estrenan. «Os presento un Brasil nuevo, un país que se ha salvado del socialismo», dijo el mandatario. Bolsonaro cargó también contra Cuba, agradeció a Trump su apoyo y defendió el libre mercado, así como la llegada de la era de las privatizaciones a Brasil, tras dos décadas de proteccionismo. En su discurso insistió en que la Amazonía no es «patrimonio de la Humanidad», sino de los países que abarca, defendiendo el derecho del gigante suramericano a explotar tanto la selva tropical como otras reservas naturales, incluidas las tierras indígenas. «Es un error decir que la Amazonía es patrimonio de la Humanidad y es un error, como atestiguan los científicos, decir que nuestro bosque es el pulmón del mundo», ha dicho, atribuyendo estas afirmaciones a un «espíritu colonialista» y reafirmando la soberanía de Brasil sobre la selva amazónica.
Al margen del debate general, el primer ministro británico, Boris Johnson, tuvo que abandonar de improviso la cumbre para asistir en Londres a la reapertura del Parlamento tras la sentencia del Supremo. Le dio tiempo a verse con Trump, que lo considera el elegido para llevar a cabo el brexit. Su doctrina del America First (EE.UU. primero) sumó este año dos aliados: Brasil First y United Kingdom First.