Negociará con partidos minoritarios tras la retirada de Guaidó
17 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El régimen de Nicolás Maduro propuso ayer al mundo un programa de petróleo por alimentos aprobado por la ONU, como en su día tuvo Irak, para tratar de lograr alivio a las sanciones de Estados Unidos. Lo hizo tras romperse la negociación con la oposición, por la retirada de la mesa de diálogo del presidente del Parlamento, Juan Guaidó, al que el mandatario pretende sustituir ahora por cuatro partidos minoritarios y formados por políticos semirretirados, con los que ha alcanzado un acuerdo.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, anunció, además, que el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela regresa a la Asamblea Nacional, que buscará la normalización entre esta y la Asamblea Nacional Constituyente (creada por el régimen) y que, ahora sí, intentará nombrar un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) y que las elecciones parlamentarias reflejen la representación proporcional de las minorías, algo que siempre negó durante la década pasada, cuando era una maquinaria electoral sin rivales en el país.
«Es momento de reconciliación, es momento de convivencia, es la hora del diálogo», dijo el ministro. Con Rodríguez, firmaron el acuerdo los partidos Avanzada Progresista, que participó en el proceso electoral del 20 de mayo del 2018 en el que Maduro se proclamó ganador con más de 68 %, resultado que no está reconocido por la comunidad internacional, como tampoco lo está por los partidos de la Asamblea Nacional el CNE que registró los votos; el Movimiento al Socialismo (MAS), un histórico partido que no tiene peso en la política nacional; y dos partidos de autor, Cambiemos, de Timoteo Zambrano, un disidente de Acción Democrática (AD), y Soluciones, de Claudio Fermín, también candidato presidencial por AD en los 90, y que estuvo retirado de la política desde entonces. Todos llevaban semanas haciendo declaraciones en medios y pidiendo normalización política.
Riesgo de elecciones a medida
Analistas políticos alertaron sobre la posibilidad de unas nuevas elecciones parlamentarias a medida, pero también señalaron que la maniobra muestra la inmensa fragilidad del régimen de Maduro, que enfrenta una situación desesperada, sin recursos y sin reconocimiento internacional. En el acto participaron representantes del cuerpo diplomático, incluido el nuncio apostólico. Maduro se retiró hace más de un mes de las negociaciones mediadas por Noruega en Barbados, y el domingo por la noche, Guaidó afirmó que por parte de la oposición «el mecanismo de Oslo había culminado».
Mientras el régimen de Maduro presentaba su pacto, el presidente del Parlamento aseguraba, en otro punto de Caracas, que dentro de los mecanismos de Oslo había propuesto la creación de un Consejo de Gobierno, con representantes de la oposición, el chavismo y la Fuerza Armada, para la transición hacia unas elecciones realmente libres. Esa propuesta, indicó el diputado, continúa en pie para quienes quieran sumarse a ella.
«Estuvo tan avanzada la negociación que el régimen salió corriendo», dijo Guaidó. «Estamos ofreciendo una solución clara, política, que incluye a todos los sectores, para lograr gobernabilidad (…) al régimen no le interesa ofrecer ninguna solución», agregó.