Dos cohetes lanzados desde Gaza obligan al primer ministro israelí a interrumpir un mitin en la localidad de Ashdod
10 sep 2019 . Actualizado a las 22:08 h.A siete días de las elecciones, Benjamín Netanyahu no parece tenerlas todo consigo. La mayoría de encuestas pronostican un empate entre su partido, el derechista Likud, y su principal rival Benny Gantz (Azul y Blanco). Si el lunes recurrió a la amenaza nuclear de Irán, ayer el primer ministro israelí prometió la anexión a Israel del valle del Jordán, la zona fronteriza con Jordania y que se encuentra en la Cisjordania ocupada, si es reelegido.
El anuncio lo hizo en una rueda de prensa organizada por el Likud, en la que ya se había adelantado que se haría un «anuncio impactante», en un intento por atraer los votos necesarios para lograr formar un Gobierno de derechas nacionalista.
Netanyahu aseguró que ha llevado a cabo importantes «esfuerzos diplomáticos» para poder anunciar que la zona del Valle del Jordán y el norte del mar Muerto sí podrían ser inmediatamente anexionadas como parte de las «fronteras orientales del Estado de Israel».
También anunció que el plan de paz con los palestinos que prepara la Administración Trump se presentará días después de los comicios. Netanyahu se refirió al denominado acuerdo del siglo «como una oportunidad histórica».
«Última oportunidad»
Hizo referencia a su experiencia política y pidió un «claro mandato», emanado de las urnas, para aplicar la soberanía israelí a los asentamientos judíos del territorio palestino, «con la máxima cooperación de EE.UU.».
«No hemos tenido este tipo de oportunidad desde la Guerra de los Seis Días y es posible que no haya otra oportunidad en otros 50 años», declaró junto a un mapa del territorio palestino.
El primer ministro palestino, Mohamed Shtayeh, acusó a Netanyahu de ser «un destructor del proceso de paz» y advirtió de que «le traerá más votos a corto plazo», pero que «él e Israel serán los perdedores a largo plazo». Para la comunidad internacional, las colonias judías en territorio ocupado no tienen base legal y constituyen una violación del Derecho internacional y un obstáculo para una paz justa y duradera.
Horas después, dos cohetes lanzados desde la Franja de Gaza hacia las localidades israelíes de Ashkelon y Ashdod obligaron al primer ministro a interrumpir el acto electoral que estaba celebrando en esta última localidad.
Durante la alerta, los guardaespaldas interrumpieron el discurso de Netanyahu ante seguidores de su partido y se lo llevaron del escenario, según imágenes difundidas por medios israelíes como el diario Haaretz.