El Parlamento británico tramita este miércoles la ley contra el «brexit» duro y Johnson amenaza con elecciones anticipadas

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Johnson recibió a trabajadores de la sanidad, tras participar en el debate de la Camara de los Comunes
Johnson recibió a trabajadores de la sanidad, tras participar en el debate de la Camara de los Comunes Reuters

Un diputado conservador se pasa a las filas de los liberaldemócratas. Una mayoría de los diputados ha votado a favor de una moción que deja al Gobierno sin el control de la agenda parlamentaria, primer paso para aprobar una ley que evite que Johnson pueda ejecutar un «brexit» sin acuerdo

04 sep 2019 . Actualizado a las 15:30 h.

De nada valieron los llamamientos a la cerrar filas que lanzó a sus colegas conservadores un día antes. El primer ministro británico, Boris Johnson, perdió este martes la pírrica mayoría parlamentaria que sostiene a los tories en el número 10 de Downing Street; y además la potestad de que su Gobierno fije la agenda del Parlamento, permitiendo así a la oposición impulsar la ley impida la salida abrupta del país de la Unión Europea (UE), el próximo 31 de octubre. 

Los dos golpes los sufrió el premier en la primera sesión en la Cámara de los Comunes tras su asueto estival. Durante la tarde Johnson vio esfumarse el crucial escaño que le daba la mayoría absoluta con la fuga del diputado Phillip Lee a las filas del Partido Liberal Demócrata en protesta por el «brexit dañino» que propone el mandatario. Los conservadores y sus aliados norirlandeses (DUP) sumaban 326 diputados necesarios para gobernar en un Legislativo de 650 miembros.

Lee, que llevaba tres décadas de militancia en el Partido Conservador, dio el paso mientras Johnson rendía cuentas a los legisladores sobre su participación en la reciente cumbre del G7, celebrada hace dos semanas en Francia. Ese fue el momento escogió por el hasta ahora tory para cruzar la cámara y sentarse junto en la bancada de sus nuevos colegas opositores.

El segundo golpe lo sufrió el Gobierno ya entrada la noche, cuando unos 24 de diputados tories se sumaron a la oposición y aprobaron la moción que le arrebató al Ejecutivo la posibilidad de fijar la agenda legislativa, permitiendo así que la ley contra el brexit sin acuerdo que impulsan laboristas, liberal demócratas y nacionalistas escoceses y algunos conservadores disidentes inicie hoy su tramitación.

La deserción de Lee deja a Johnson en clara desventaja para encarar la votación de esta iniciativa y por ello amenazó con llamar a elecciones anticipadas de inmediato si el texto se aprueba. 

Palo y zanahoria

Durante la larga sesión, Johnson no moderó su tradicional tono y calificó como «ley de rendición» la iniciativa frenar un brexit abrupto impulsada por el laborista Jeremy Corbyn. «Supone ondear la bandera blanca ante la Unión Europea», dijo como si estuviera en guerra contra Bruselas. Palabras que le valieron un sonoro abucheo de parte de los diputados opositores.

No obstante, minutos después al ser interrogado por un legislador si acataría la ley, en caso de ser aprobada, el premier asintió. En similares términos se mostró Michael Gove, ministro encargado de los preparativos para materializar la salida sin acuerdo, quien soltó: «El Gobierno siempre cumple la ley».

Gove reconoció que las posibilidades de una salida a las bravas son elevadas, pero negó que el país vaya a sufrir escasez de alimentos y medicinas, como aseguran algunas oficinas gubernamentales. Asimismo aseveró que en este supuesto las negociaciones con Bruselas para «establecer una nueva relación» continuarán.

El Tribunal de Sesiones de Edimburgo (Escocia) anunció que este miércoles se pronunciará sobre la legalidad de la suspensión del Parlamento impulsado por Johnson.

La UE da por hecho una salida abrupta el 31 de octubre, haya o no elecciones 

S. A. Bruselas

De «muy clara» calificó la portavoz jefe de la Comisión Europea, Mina Andreeva, la posibilidad de un brexit sin acuerdo el 31 de octubre. Sin entrar en detalles ni juzgar las manifestaciones del primer ministro británico, Boris Johnson, Andreeva deslizó que las conversaciones del último mes en un plano técnico no han derivado en progresos significativos, entre otras cosas porque cualquier avance que pudiera considerarse sustancial queda supeditado al resultado de contactos políticos al más alto nivel.

Y en ese terreno hay aún menos avance. El 10 de Downing Street no ha puesto aún sobre la mesa una alternativa al backstop, la salvaguarda que evitaría levantar una frontera en Irlanda. «No tengo conocimiento de que haya propuestas concretas [que pudieran sustituirla]» aunque se estaría discutiendo «arreglos alternativos para mejorar esa salvaguarda».

En consecuencia, y dada la insistencia de Johnson en sacar al país en la fecha señalada con o sin acuerdo, tanto el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, como el negociador Michel Barnier no solo informarán hoy al resto de comisarios del contenido de las conversaciones mantenidas en agosto con los británicos, sino que se «revisarán» los planes de contingencia diseñados por Bruselas para un hipotético divorcio traumático. Se espera, pues, un nuevo llamamiento «a todos» -gobiernos, empresas y ciudadanos-, para que estén «preparados» para un escenario «que no es el que nosotros deseamos».