Boris Johnson busca fórmulas legales para cerrar el Parlamento y garantizar el «brexit» el 31 de octubre

JUAN FRANCISCO ALONSO LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Boris Johnson se reunió durante el G7 en Biarritz con el presidente en funciones del Consejo Europeo, Donald Tusk, pero ambos solo acordaron volver a reunirse en un mes, para intentar llegar a un acuerdo que no incluya la polémica salvaguarda irlandesa
Boris Johnson se reunió durante el G7 en Biarritz con el presidente en funciones del Consejo Europeo, Donald Tusk, pero ambos solo acordaron volver a reunirse en un mes, para intentar llegar a un acuerdo que no incluya la polémica salvaguarda irlandesa Philippe Wojazer | REUTERS

Para el ex fiscal general Dominic Grieve, su actitud muestra el desprecio por la Cámara de los Comunes

26 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Parlamento británico se ha convertido en un escollo para los partidarios del brexit salvaje, entre los cuales está el propio primer ministro, Boris Johnson. Por ello el jefe del Ejecutivo estudia la posibilidad de mantener cerrado Westminster más allá de las vacaciones estivales, para evitar que los parlamentarios puedan aprobar una extensión del retiro de la UE, en caso de no llegar a un acuerdo con sus aún socios en las próximas semanas.

Desde el número 10 de Downing Street le habrían pedido al fiscal general, Geoffrey Cox, que les informara bajo qué supuestos se podría mantener cerrado el Parlamento luego del 9 de septiembre, seis días después de que deba reanudar sus sesiones, publicó el diario The Observer, que citó unos correos electrónicos de funcionarios del Gobierno.

El plan buscaría impedir que los diputados amplíen el plazo para la salida el brexit, fijado para el 31 de octubre, en caso de que Johnson no consiguiera forjar un acuerdo con Bruselas antes de esa fecha. La mayoría de los legisladores ya han aprobado resoluciones rechazando un retiro a las bravas, por sus implicaciones para la economía.

Para el ex fiscal general Dominic Grieve, un prominente tory partidario de la permanencia en el UE, esta posibilidad «muestra el desprecio de Johnson por la Cámara de los Comunes [...]. Excluir al Parlamento de una crisis nacional que amenaza el futuro del país es totalmente erróneo». 

Más humo negro

Entretanto, en la localidad francesa de Biarritz, donde este fin de semana se desarrolló la cumbre del G7, el premier británico se reunió con el presidente en funciones del Consejo Europeo, Donald Tusk, pero ambos solo acordaron volver a reunirse en un mes, para intentar llegar a un acuerdo que no incluya la polémica salvaguarda irlandesa.

«La pelota sigue estando en el tejado del Reino Unido», advirtió Tusk, mientras que Johnson alertó que si no hay un pacto Londres no pagará los 30.000 millones de libras (33.000 millones de euros) que el anterior Gobierno aceptó pagar en concepto de gastos del brexit.

El único aliento para Johnson sigue llegado de Donald Trump, quien este domingo le reiteró su compromiso de sellar un rápido acuerdo comercial tras el divorcio con la Unión Europea.