Bruselas desaira a Trump y se niega a readmitir a Rusia

LA VOZ REDACCIÓN

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Los dos principales defensores de los intereses de la UE, Tusk y Macron, con sus respectivas parejas, a la llegada a la cena previa a la cumbre del G7 en Biarritz
Los dos principales defensores de los intereses de la UE, Tusk y Macron, con sus respectivas parejas, a la llegada a la cena previa a la cumbre del G7 en Biarritz CHRISTIAN HARTMANN | REUTERS

Tusk propone invitar a Ucrania el próximo año para distanciarse aún más de Putin

25 ago 2019 . Actualizado a las 09:34 h.

Otro de los objetivos fallidos de Donald Trump en Biarritz será conseguir la reinserción de Rusia en el grupo de las grandes potencias mundiales, del que salió como represalia por su anexión de la península de Crimea.

Trump, también en esto, tiene a la UE unida en su contra. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, propuso este sábado invitar a Ucrania a la próxima cumbre del G7, pero cerró la puerta de forma rotunda al eventual regreso de Rusia al grupo, como desea Estados Unidos.

Tusk consideró que «las razones por las que Rusia dejó de ser invitada en el 2014 todavía siguen siendo válidas, e incluso hay nuevas razones como la provocación rusa en el mar de Azov».

 Invitación a Ucrania

Asimismo, indicó que intentará convencer a sus interlocutores en la cita de Biarritz para que el nuevo presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, participe en la cumbre del año que viene, en calidad de invitado, para escuchar sus opiniones.

El ex primer ministro polaco recordó que el presidente estadounidense ya propuso hace un año que Rusia reintegre el foro con el argumento de que la anexión de Crimea «estaba parcialmente justificada» y de que «ese hecho debería de ser aceptado».

«Bajo ninguna condición podemos estar de acuerdo con ese razonamiento», zanjó Tusk, que representa el sector más opuesto a la vuelta de Rusia, frente a EE.UU. que pide su regreso, o Francia y Japón, que creen que debería debatirse el asunto.

Para el responsable europeo, que dejará el cargo a final de octubre para ser reemplazado por el belga Charles Michel, cuando Rusia ingresó en el G7, en 1998, «se creía que iría por el camino de la democracia liberal, el Estado de derecho y los derechos humanos. ¿Alguien puede decir (...) que Rusia está en ese camino?».