El líder kirchnerista intenta calmar a los mercados ante su hipotético mandato

GUILLERMO REDONDO BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Alberto Fernandez  ganó de manera contundente en las primarias  a Macri
Alberto Fernandez ganó de manera contundente en las primarias a Macri Agustin Marcarian | Reuters

Macri reconoce sus errores, pero confía en una remontada en la cita electoral de octubre

23 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Era la primera aparición en un evento público del presidente argentino, Mauricio Macri, con el candidato kirchnerista a sucederle, Alberto Fernández, desde que le ganara de manera contundente en las primarias -poniendo en duda su reelección en octubre- y provocara el pánico financiero. La expectación era máxima en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires para ver a los rivales políticos, ante una multitud de políticos y empresarios.

Macri y Fernández, en el mismo lugar, ante el mismo público, con diferencia de minutos. El evento «Argentina en un año clave: desafíos internos y externos» organizado por el periódico Clarín, abrió con la intervención del expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso, para pasar después a la esperada intervención del candidato del Frente de Todos que no rehuyó ninguna de las preguntas de los periodistas encargados de dirigir la conversación.

Alberto Fernández respondió a las dudas que genera su hipotético mandato. «La Argentina no tiene ninguna posibilidad de caer en default (suspensión de pagos) si yo soy presidente», afirmó. En materia internacional, reculó en la confrontación con el presidente de Brasil, que no ha dudado en proclamar las calamidades que viviría Argentina ante un triunfo kirchenerista. Asumió su parte de culpa: «Fue un error mío. Me dejé llevar por la lógica de Bolsonaro, por eso paré». 

Respecto a las dudas o rumores sobre un posible giro en la Justicia, el candidato tampoco se amilanó. «No quiero que queden en libertad los corruptos. Quiero que se respete el Estado de derecho», para después añadir: «Al fiscal Nisman hay que sacarlo de la contienda política. Si alguien lo mató que se haga cargo. Estoy seguro de que no fue Cristina [Fernández]. La única perjudicada con ese asesinato fue ella». La actitud sosegada del político peronista fue aplaudida en algunos momentos por el público.

Macri sacó pecho de lo que entiende son libertades de la nación y acusó sus errores económicos. «Fui demasiado ambicioso en las metas que nos pusimos, subestimando los problemas ocultos en la Argentina, y la falta de consenso que había», dijo. «Creo que el programa que iniciamos estaba dando resultados, pero la disrupción política volvió a abrir todo el escenario», dijo en referencia a las consecuencias de la economía tras las primarias.

El aspecto económico es sin duda la parte más desgastada de la cuerda por la que el presidente trata de pasar sin incidir en ella. «La política monetaria seria es la que te lleva a combatir la inflación y generar confianza interna. El lunes voló por el aire la confianza», explicó. «Me duele que ese dólar alto, sea más inflación, más problema para los argentinos», añadió sin ofrecer soluciones reales al contexto económico.

Más de diez días después del varapalo que recibió el oficialismo, parecen haber encontrado cuál es la situación real y en qué momento del juego político se encuentran. «Se adelantó la segunda vuelta a la primera. Sigo creyendo que mucha gente no fue a votar. En la segunda reflexión la bronca va a ser compensada con una visión distinta», argumentó Macri.