Merkel da un mes a Johnson para pactar sobre la frontera irlandesa

Juan Carlos Barrena BERLÍN / COLPISA

INTERNACIONAL

 Merkel y Johnson mantuvieron posiciones encontradas con respecto al «brexit»
Merkel y Johnson mantuvieron posiciones encontradas con respecto al «brexit» CLEMENS BILAN | Efe

El primer ministro británico fracasa al intentar que Alemania contemple modificar el acuerdo sobre el «brexit»

21 ago 2019 . Actualizado a las 22:09 h.

Boris Johnson se mostró confiado en Berlín de que su Gobierno logrará finalmente un acuerdo negociado con Bruselas para la salida de su país de la Unión Europea antes de la fecha prevista a finales de octubre. «Lo conseguiremos», dijo Johnson en alemán en la rueda de prensa previa a las conversaciones con la canciller federal, Angela Merkel. El primer ministro británico parafraseó así a la propia Merkel, que hizo uso de esa expresión en plena crisis de los refugiados en otoño del 2015 para asegurar a sus conciudadanos que Alemania podría hacer frente a la avalancha de centenares de miles de migrantes llegados a través de la ruta de los Balcanes. Merkel, sorprendida por el «lo conseguiremos» de Johnson, supo evitar una carcajada, pero no una sonrisa divertida.

«Queremos una salida negociada» para «esa pequeña cuestión del brexit», afirmó no sin ironía el político conservador, quien, sin embargo, dejó claro no haberse movido ni un ápice de su anunciada postura. «El backstop debe ser tachado», insistió Johnson en referencia a la cáusula sobre la República de Irlanda e Irlanda del Norte en el acuerdo para la salida de la UE de Reino Unido que tiene como fin impedir que la frontera interirlandesa se convierta en una separación exterior de la Unión Europea. Una exigencia que Angela Merkel rechazó inmediatamente al recordar la postura común de los Veintisiete y afirmar que la eliminación del 'backstop' «no es negociable». «Se trata de definir la futuras relaciones entre la UE y Reino Unido y entre Irlanda e Irlanda del Norte. Es algo que podemos tardar dos años en resolver, pero que también podemos resolver en treinta días», añadió.

La cláusula sobre las dos Irlandas dejará de ser necesaria cuando exista una regulación que proteja el mercado interior de la UE y respete el llamado Acuerdo de Viernes Santo suscrito en 1998 en Belfast por los Gobiernos de Londres y Dublin, aceptado por la mayoría de los partidos de Irlanda del Norte para sellar la paz en la región y ratificado mediante referendum por el pueblo en Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Johnson, en cambio, exige eliminar del acuerdo con Bruselas la cláusula que garantiza una frontera abierta entre las dos Irlandas.

Excéptica

Visiblemente escéptica ante las afirmaciones de su invitado, Angela Merkel subrayó que Alemania celebraría un brexit consensuado contractualmente, si bien afirmó que «estamos también preparados para el caso de que no se produzca esa salida negociada». Una afirmación que neutraliza las aspiraciones de Johnson de renegociar el acuerdo para la salida de su país de la UE elaborado por su antecesora, la desafortunada Theresa May.

El presidente de Alemania y antiguo ministro germano de Exteriores, Frank Walter Steinmeier, lo dejó también claro poco antes de la llegada del invitado inglés. «Todas las variantes que podrían proponerse ahora ya han sido objeto de las conversaciones pasadas», comentó Steinmeier, quien calificó de «muy improbable» que vuelvan a ponerse en marcha unas negociaciones como desea Boris Johnson.

«Posiblemente se trate más de echar la culpa a otros que de la cuestión de cambios reales en el acuerdo», comentó el presidente germano, quien se mostró convencido de que Johnson querrá cargar de cara al pueblo británico la responsabilidad de su fracaso negociador y las consecuencias de un posible 'brexit' duro en sus todavía socios de la UE. La canciller federal había rechazado ya un día antes de la llegada de Johnson su exigencia de renegociar el acuerdo.

Un rechazo mostrado también por la Comisión Europea -el domingo habrá un encuentro con Donald Tusk durante la cumbre del G-7- y el presidente francés, Emmanuel Macron, al que visita este jueves. El primer ministro británico fue recibido en la Cancillería Federal con honores militares. Johnson y Merkel pasaron revista a la tropa sentados en sendas sillas para evitar que la canciller tuviera que participar en la ceremonia de pie y sufriera quizás un nuevo temblor incontrolado de sus brazos y manos, cuyo origen es un misterio o un secreto bien guardado.