Merkel y Orbán entierran el hacha de guerra para recordar la primera gran fuga de alemanes del Este hace 30 años

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Merkel y Orbán conmemoran en Sopron la primera gran fuga pacífica de ciudadanos de la Alemania comunista en 1989
Merkel y Orbán conmemoran en Sopron la primera gran fuga pacífica de ciudadanos de la Alemania comunista en 1989 BALAZS SZECSODI | Efe

Los agentes húngaros de la fronteriza Sopron permitieron la entrada de cientos de ciudadanos de la RDA, lo que supuso en su día el preludio de la caída del Muro de Berlín

19 ago 2019 . Actualizado a las 19:47 h.

Angela Merkel y Víktor Orbán olvidaron sus diferencias, al menos de cara a la galería. Lo hicieron para conmemorar las tres décadas del pícnic paneuropeo, el momento en que los guardias húngaros desobedecieron las órdenes de sus superiores y no dispararon contra cientos de refugiados que huía de la extinta República Democrática Alemana hacia Occidente. El 19 de agosto de 1989 supuso la primera fisura del Telón de Acero y el preludio de la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de ese mismo año, con la consecuente reunificación alemana y el fin de cuatro décadas de división en Europa.

La idea de celebrar una fiesta de la paz incluía la apertura simbólica de un punto en la frontera durante un par de horas. Las autoridades no contaban con que hasta 600 alemanes de la RDA intentarían cruzar. «Los agentes no dispararon y el pícnic se convirtió en la fuga más masiva de ciudadanos de la Alemania comunista desde la construcción del Muro, en 1961. Un evento histórico», contó agradecida la jefa del Gobierno alemán durante un acto junto al primer ministro húngaro en la ciudad fronteriza de Sopron. 

El muro actual

«Yo no sería política ni canciller de una Alemania reunificada si esos acontecimientos no hubieran tenido lugar», declaró Merkel. Una vez más, insistió en defender «la solidaridad, la libertad y la paz para una Europa humana», como viene haciendo desde que estallara la crisis migratoria del 2015. A diferencia del ultranacionalista Orbán, que ordenó levantar un muro de 200 kilómetros en la frontera sur de su país con Serbia y Croacia.

Algo que para el primer ministro húngaro «no resulta una contradicción» con el hecho de que sus antecesores propiciaran la caída del Telón de Acero, pues a su juicio en ambos casos el objetivo es el mismo: devolver la paz y la seguridad al continente. Sin criticar directamente a Orbán, Merkel expresó su confianza en que la UE logre avanzar en un acuerdo migratorio bajo la mediación de la nueva presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, quien ha prometido reactivar las negociaciones.