Macri y Kirchner miden sus fuerzas de cara a las elecciones de octubre

Guillermo Redondo BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Cristina Fernández de Kirchner, candidata a la vicepresidencia, y el aspirante presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández
Cristina Fernández de Kirchner, candidata a la vicepresidencia, y el aspirante presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández AGUSTIN MARCARIAN | REUTERS

Argentina elige hoy mediante primarias las candidaturas de los comicios presidenciales

11 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Con relevancia, pero sin trascendencia. Los partidos políticos de Argentina afrontan hoy las llamadas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) con el objetivo de definir algo que, casi en su totalidad, ya está definido de antemano: las candidaturas a la presidencia en las elecciones de octubre. Sin embargo, los ciudadanos están llamados a las urnas para, democráticamente, elegir a quienes serán los representantes que se batirán por la presidencia en los próximos comicios generales.

El actual presidente, Mauricio Macri (Juntos por el Cambio), se presenta junto al peronista Miguel Ángel Pichetto como aspirante a vicepresidente. Del otro lado, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner se postula en esta ocasión como vicepresidenta y sitúa como cabeza de cartel a Alberto Fernández (Frente de Todos), que fue el jefe del Consejo de Ministros argentino durante su mandato como presidenta de la República.

El kirchnerismo, favorito

Las encuestas dan como favorita a la formación kirchnerista -algunas de ellas hasta 4 puntos de ventaja-, aunque la tendencia marca un recorte del candidato de Juntos por el Cambio en las últimas fechas. Pero las PASO de hoy serán una encuesta real, un termómetro con el que medir la temperatura del desencanto con la situación económica del país o del crédito que todavía tiene el Gobierno actual, además de una prueba de fuego para el mercado. Con el riesgo país en los 893 puntos básicos, la incertidumbre del momento es solo superada por todo lo que la nación empieza a jugarse hoy.

Será la primera batalla electoral de este curso, en la que se enfrentan dos sistemas políticos y económicos en las antípodas. El momento es de especial complejidad para Macri, que ultima sus opciones con enérgicos discursos, la petición a sus votantes de no esconderse y un apoyo internacional demostrado con la consecución de diversos acuerdos de comercio con Estados Unidos, China o la Unión Europea. En el otro lado de la balanza pesará una economía en recesión sustentada por el campo, el crecimiento del desempleo, que alcanza el 10,1 %, y los índices de pobreza, que se sitúan en el 32 % de la población, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina en el segundo semestre del 2018. Como añadido, Macri deberá enfrentarse a los fuertes movimientos sindicalistas y grupos sociales que se han manifestado en el centro de Buenos Aires a lo largo de esta semana. Por su parte, la situación de la candidatura Fernández?Fernández tampoco es totalmente favorable, pues Kirchner despierta tanta pasión entre sus seguidores como odio entre sus detractores, con motivo de las trece imputaciones por presunta corrupción que pesan contra ella.

En un contexto en el que la sociedad cada vez está más polarizada, algunos buscarán una tercera vía que les permita confiar en algo distinto bajo la filosofía «ni K ni M». Por ello, a esta macroencuesta con forma de votación concurren también partidos como Consenso Federal, de Roberto Lavagna, y Juan Urtubey y el Partido Libertario, de Juan Espert, que podrían restar votos a Macri, o FIT Unidad, de Nicolás del Caño, entre otros. Además, estas elecciones servirán para cribar las formaciones que no obtengan como mínimo el 1,5 % de los sufragios. También se votará para elegir -aunque, al igual que los aspirantes a presidentes, ya están definidos previamente- los candidatos de cada partido para 130 de los 257 diputados nacionales; los candidatos a 24 de los 72 senadores; candidatos a gobernador, vicegobernador y diputados de provincia, y candidatos a intendentes de municipios.

Cierre de campaña

Juntos por el Cambio reunió a la plana mayor en el municipio de Vicente López, cerca de la finca presidencial de Olivos el pasado jueves. Macri cerró la campaña en el Centro Asturiano, junto a Pichetto, el jefe de gobierno de la capital, Horacio Rodríguez Larreta, y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Por su parte, el Frente de Todos dividió en dos partes su última muestra de fuerza antes de las primarias. El candidato presidencial, Alberto Fernández, eligió como escenario de cierre la ciudad de Córdoba y la expresidenta arengó a sus votantes junto al candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en Merlo, al noroeste de la capital.

Dos formas de aparición, dos provincias distintas. Buenos Aires y Córdoba son los dos enclaves más codiciados del país por ser los más poblados. Ahí se disputarán ambas fórmulas buena parte de sus opciones. En las pasadas elecciones presidenciales, Córdoba fue determinante para situar al frente del Ejecutivo a Mauricio Macri con un 72 % de los votos (en segunda vuelta). La diferencia en Buenos Aires fue de poco más de un punto porcentual a favor del otro candidato, Daniel Scioli. El mensaje es contundente. Los Fernández quieren recuperar la diferencia perdida en la segunda provincia. Y ninguno quiere dejarse por el camino un solo voto bonaerense ni para las presidenciales, ni mucho menos para la gobernación de la provincia donde esa diferencia ínfima sería suficiente. Pero lo que hoy se vota es un simulacro de los comicios de octubre.