Bolsonaro agita el fantasma de los desaparecidos durante la dictadura

M. Piñeiro BRASILIA / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en una comparecencia
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en una comparecencia PRESIDENCIA DE BRASIL | EUROPA PRESS

Bolsonaro atacó al presidente de la Ordem de Advogados do Brasil al decir: «Si quiere, le cuento cómo desapareció su padre en el período militar»

31 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La escalada de radicalidad en los mensajes del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, para defenderse de los ataques a su ministro estrella, Sergio Moro, y a su hijo Eduardo por su designación como candidato único a embajador en Estados Unidos, llevaron al mandatario a nuevas cotas al agitar el fantasma de los desaparecidos durante la dictadura militar que vivió el país entre 1964 y 1985. Bolsonaro atacó al presidente de la Ordem de Advogados do Brasil (OAB), el órgano colegiado de los letrados, al decir que «si quiere, le cuento cómo desapareció su padre en el período militar». Una declaración que desencadenó una tormenta de reacciones, desde Amnistía Internacional hasta sectores cercanos al bolsonarismo.

Felipe Santa Cruz, presidente de la OAB, es una voz crítica en la escena política brasileña, muy condicionada por la cuestión jurídica. Especialmente, ha expresado en el pasado reservas sobre algunos de los métodos del entonces juez Sergio Moro, al que ahora ataca abiertamente a raíz de los mensajes publicados por The Intercept, que cuestionan la imparcialidad del actual ministro de Justicia. El lunes, Bolsonaro se preguntó por qué la OAB impidió el acceso a los móviles de los abogados del hombre que le apuñaló en un acto de campaña el pasado septiembre. Y entonces recordó al padre de Santa Cruz, un militante de un grupo radical católico de izquierda llamado Ação Popular. Fernando Santa Cruz desapareció en febrero de 1974. La Comissão Especial de Mortos e Desaparecidos creada por el gobierno de Fernando Henrique Cardoso en 1995 reconoció que Santa Cruz padre fue incinerado en Río de Janeiro tras pasar un tiempo indeterminado en una prisión militar.

Una verdad incómoda

La familia de Santa Cruz lanzó campañas durante años para saber qué ocurrió exactamente. «Si quiere le cuento la verdad, aunque no le va a gustar. No es una versión, es solo lo que mis vivencias me hacen sacar como conclusión», explicó Bolsonaro, usando un argumento recurrente cada vez que sale de tono: no es una postura oficial, es «apenas una opinión del presidente», se apresuró a matizar su portavoz, Otávio Rêgo. El presidente de la OAB, Felipe Santa Cruz, exigió que si Bolsonaro «tiene secretos enterrados en el sótano, que los saque a la luz». La declaración de Bolsonaro puede llevarle a diversas instancias, desde la llamada Comissão da Verdade (que esclarece crímenes políticos durante la dictadura) hasta al Tribunal Supremo. No es la primera vez que Bolsonaro hace guiños a la época militar, que él y sus seguidores bautizan eufemísticamente como revolución. En el 2014, la propia OAB denunció al entonces diputado por hacer una salva al general Ustra, considerado director de las torturas en la dictadura, delante de la ahora expresidenta Dilma Rousseff, que sufrió castigos físicos en las cárceles brasileñas.

Críticas generalizadas

Amnistía Internacional lamentó que «el hijo de un desaparecido tenga que escuchar del presidente de un país declaraciones tan duras». El presidente del estado de São Paulo, el más poderoso del país y futuro presidenciable, João Doria, asegura que las palabras de Bolsonaro son «inaceptables». El presidente canceló su agenda del resto del día, incluida una reunión con el ministro francés de Exteriores, para después publicar fotos cortándose el pelo y un directo en Facebook.