Venezuela sufre el cuarto gran apagón del año, que el régimen atribuye a otro ataque exterior

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

HENRY CHIRINOS | EFE

Estados Unidos asegura que ha dado un plazo «breve» al mandatario para que «desaloje el poder»

24 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día después del cuarto gran apagón del año en Venezuela, el régimen de Maduro volvió a recurrir a la tesis de un ataque electromagnético, presumiblemente dirigido desde EE.UU., mientras los expertos lo acusaron de haber desatendido el sector eléctrico durante más de una década y de estar sobreexplotando lo poco del sistema que queda indemne, y la oposición exigió de nuevo la renuncia del mandatario.

Desde las 16.40 horas del lunes, todo el país quedó sin energía eléctrica. El régimen de Maduro, esa noche, dijo en redes sociales a través de su ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, que había ocurrido «un nuevo ataque electromagnético», que, a diferencia de los tres apagones anteriores los había encontrado preparados. «En pocas horas restableceremos el servicio», apuntó. Sin embargo, algunas regiones permanecían sin él 18 horas después, lo que indica que el sistema está muy lejos de estabilizarse.

El ingeniero electricista Winston Cabas, quien había advertido que el régimen no había logrado estabilizar el sistema desde los primeros dos grandes apagones, fue amenazado por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y número dos de Maduro: afirmó que Cabas «tenía que ser investigado» por haber predicho un nuevo megaapagón. Una advertencia de este tipo suele conducir a una detención por la policía política.

Juan Guaidó, presidente del Parlamento, señaló que el régimen «intentó tapar la tragedia eléctrica con racionamientos, pero el fracaso es evidente».

El apagón afectó también a una sesión solemne del Parlamento en una plaza del este de Caracas, en la que Guaidó anunció que solicitará la reincorporación del país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que fue denunciado por el Gobierno de Hugo Chávez.

Mientras, EE.UU., a través del asesor de la Casa Blanca para América Latina, Mauricio Claver-Barone, señaló que ha fijado «un plazo breve» para que Maduro deje el poder. En una reunión del Grupo de Lima, el ministro de Exteriores argentino, Jorge Faurie, señaló que se adherirán a las sanciones contra el régimen si no permite «una salida venezolana a la crisis a través de una elección presidencial rápida y limpia» y anunció que vendrán sanciones contra los principales cabecillas regionales del chavismo.