El crimen organizado mata a tantas personas como todas las guerras juntas

Efe VIENA

INTERNACIONAL

Juan Carlos Cruz | EFE

Sube el número de homicidios en el mundo debido a violencia en Latinoamérica

08 jul 2019 . Actualizado a las 07:37 h.

Un total de 464.000 personas fueron víctimas de homicidios en 2017, más que todos los muertos en guerras ese año, con Latinoamérica como zona más peligrosa y con la desigualdad, el crimen organizado y el machismo entre las principales causas.

Ese es el panorama que dibuja el Estudio Mundial sobre Homicidios de 2019 publicado hoy en Viena por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

La ONU compara la cifra de 2017 con la de 1992 y concluye que, aunque el número de fallecidos ha subido un 17 %, se ha producido un descenso de la tasa de homicidios, es decir, del número de víctimas por cada 100.000 habitantes, debido al aumento de la población.

Así, de los 7,2 homicidios por cada 100.000 habitantes de 1992, se pasó en 2017 a 6,1, disminuyendo, en términos generales, el riesgo de morir por esa causa.

Ese aumento puede explicarse por el aumento en América Latina, la región con la tasa más alta y la única donde sube y, especialmente, en países como Brasil y México, cuyo peso demográfico influye en la tasa de todo el continente.

Dentro del continente americano, con una tasa media de 17,2, destacan los altos índices de Centroamérica (25,9), Sudamérica (24,2) y el Caribe (15,1), lejos de las cifras del resto del mundo: África (13), Europa (3), Oceanía (2,8) y Asia (2,3).

El crimen organizado mata más que las guerras

Con cerca de un millón de personas asesinadas desde el inicio del siglo, el crimen organizado es responsable de un número similar de víctimas mortales a las de todos los conflictos armados que se produjeron en el planeta desde entonces, advirtió este lunes la ONU.

«Se estima que un promedio en torno a 65.000 asesinatos por año estuvieron relacionados con el crimen organizado, incluidas las pandillas», indica el Estudio Mundial sobre Homicidios de 2019 publicado por la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (ONUDD), con sede en Viena.

Los datos apuntan a que entre 2000 y 2017, los grupos criminales mataron en todo el mundo a cerca de un millón de personas, la misma cifra de muertes que se estima causaron las guerras.

«Una gran parte de los homicidios relacionados con el crimen organizado o las pandillas están concentrados en América Latina y el Caribe, que es también la región con las tasas más altas de homicidios registradas en el mundo», resalta el documento.

Aunque la ONU afirma que aunque el crimen organizado produce el 19 % de todas las víctimas, su actividad «no siempre genera altas tasas de homicidios».

«Hay partes del mundo con una alta prevalencia de crimen organizado pero bajas tasas de homicidios», señala el documento, en el que se recuerda que «la relación entre el crimen organizado y la violencia es compleja».

Las actividades delictivas organizadas a gran escala, incluido el tráfico internacional de drogas, pueden llevarse a cabo sin mucha violencia, siempre y cuando estén bien «organizadas», afirma.

Durante la década de 1990 en el sudeste de Europa la combinación de las guerras yugoslavas y la transición a una economía de mercado de los países comunistas permitieron al crimen organizado operar con relativa impunidad.

A pesar de ello, las tasas de homicidios en la mayor parte de esa región han sido bajas y en disminución.

De forma similar, Holanda, con una tasa de homicidios relativamente muy baja, tiene un alto nivel de tráfico de drogas.

En España e Italia se ha registrado una inmigración de supuestos miembros de pandillas latinoamericanas, como Latin Kings y Mara Salvatrucha, que se han involucrado en «delitos graves» en los citados países, pero hasta el momento no hay datos fiables sobre sus posibles efectos en la tasa general de homicidios.

En gran parte del continente americano, y en especial en América Central, las pandillas y el crimen organizado se asocian al alto número de homicidios, que está también vinculado a la pobreza y la desigualdad social.

Además, según la ONU, «la amplia disponibilidad de armas de fuego en América (...) ayuda a explicar por qué muchos países de la región experimentan un mayor nivel de homicidios del que uno esperaría de su nivel de desarrollo».

En este aspecto, el primer lugar lo ocupa Puerto Rico, donde el 92 % de los asesinatos se cometieron con armas de fuego, seguido de El Salvador, Trinidad y Tobago, Jamaica, Honduras, Colombia, Brasil, Uruguay y Panamá.

En algunos países las tasas de asesinatos no bajaron -a veces incluso subieron- a pesar de que se logró una reducción de la pobreza y una mejora del empleo.

Baja la tasa de homicidios en España, muy concentrados en el ámbito familiar

 Más de un tercio de los asesinatos que se cometen en España se producen en el ámbito de la pareja o la familia, con las mujeres como principales víctimas, según un informe publicado por la ONU.

«Desde el año 2012, España ha registrado una tasa de homicidios a la baja, de 0,6 por 100.000 habitantes en 2016, comparado con 0,8 en 2012», señala el Estudio Mundial sobre el Homicidio de 2019, publicado en Viena por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).

Con todo, el informe señala que en 2017 se produjo un aumento de los crímenes mortales, hasta llegar a 308, catorce más que el año anterior.