El capitán Acosta fue molido a palos durante una semana por militares chavistas

Pedro García Otero CORRESPONSAL / CARACAS

INTERNACIONAL

Una mujer sostiene un cartel con la imagen de Acosta.
Una mujer sostiene un cartel con la imagen de Acosta. STRINGER

La ONU exige a Maduro medidas para frenar las «graves violaciones de derechos humanos»

05 jul 2019 . Actualizado a las 07:22 h.

La presidenta de la comisión de derechos humanos del Parlamento venezolano, Delsa Solórzano, confirmó que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo fue asesinado de tantos golpes, descargas eléctricas y malos tratos, a lo largo de una semana de detención, que su supervivencia era imposible.

«Cuando ves la autopsia completa, es evidente que el capitán murió porque lo mataron a golpes», señaló Solórzano, al presentar el informe parlamentario que será elevado al plenario del legislativo venezolano. Acosta Arévalo tenía 16 costillas fracturadas, signos de haber sido sometido a electrocución en las axilas, un tobillo fracturado, fractura del tabique nasal, excoriaciones en hombros, codos y rodillas, hematomas en la cara interna de los muslos y lesiones similares a latigazos en la espalda, según confirmaron varios fiscales venezolanos en el exilio. La causa de la muerte es rabdomiólisis, un fallo multiorgánico provocado por la necrosis del tejido muscular que causa un gran dolor a la persona que la padece, según explicó el ex vice fiscal general Zair Mundaray.

La Fiscalía General, controlada por el chavista Tarek Saab, ha detenido a un sargento de 22 años y a un primer teniente de 23 como únicos responsables de la muerte de Acosta. Mundaray señaló que estas imputaciones encubren la cadena de mando de «una política sistemática de torturas en Venezuela», llevada a cabo por la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim).

El segundo del Gobierno, Diosdado Cabello, respondió a Solórzano, acusándola de haber pagado 10.000 dólares a un sicario para que matara a dos dirigentes del oficialismo, junto con otro diputado, Renzo Prieto, quien ya suma dos años en prisión.

Solórzano y Prieto recibieron el respaldo de la Unión Interparlamentaria Mundial y diversas oenegés de derechos humanos, y acusaron a Cabello de intentar desviar la atención sobre los casos de Acosta Arévalo y Rufo Chacón, joven que perdió los dos ojos por unos perdigonazos durante una protesta esta semana. Las pruebas de la acusación supuestamente falsa ya están en poder de los organismos internacionales, dijo la parlamentaria.

En tanto, la alta comisionada de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, publicará hoy un informe en el que se señala que ha habido «graves violaciones a los derechos humanos» en el régimen de Nicolás Maduro.