Los conservadores ganan el pulso y eligen a dos mujeres para presidir la Comisión y el BCE

Cristina Porteiro
Cristina Porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

STEPHANIE LECOCQ | Efe

Sánchez sacrifica los intereses socialdemócratas a cambio de la batuta diplomática para Borrell

03 jul 2019 . Actualizado a las 10:10 h.

Tres días y dos noches. Es lo que han tardado los 28 líderes de la Unión Europea (UE) en anunciar fumata blanca. El Consejo Europeo selló este martes en Bruselas un acuerdo sobre la bocina para repartirse los altos cargos institucionales. A pesar de la dura ofensiva lanzada por la alianza progresista -formada por socialdemócratas y liberales- para arrebatar el timón de la UE a los conservadores, finalmente será la popular alemana Ursula von der Leyen quien tomará las riendas de la Comisión Europea.

Su nombramiento abre un nuevo capítulo en la historia de la Unión al poner fin al monopolio masculino en los puestos de poder de las instituciones europeas. Será la primera mujer al frente de Comisión. Lo mismo ocurre con el Banco Central Europeo (BCE), que se decantó por la francesa Christine Lagarde.

El cuadro final lo completan el primer ministro belga, Charles Michel, quien estará al frente del Consejo de Europa con el respaldo de la familia liberal. La batuta de la diplomacia europea estará en manos del ministro español Josep Borrell, quien asumirá más competencias al gestionar la dimensión exterior de la política migratoria.

El reparto de cargos no fue el único asunto acordado este martes. Los Veintiocho lograron desbloquear las negociaciones enterrando al unísono la figura de los «candidatos» a las elecciones europeas. Ninguno de los que se presentaron por sus familias políticas salieron elegidos, a pesar de que esa fue la única exigencia que la Eurocámara puso sobre la mesa, consciente de que su credibilidad como institución dependía de ello.

FILIP SINGER

Weber se inmola

El camino se despejó cuando el candidato de los conservadores (EPP), Manfred Weber, anunció que se retiraba de la carrera por presidir la Comisión: «Mi viaje comenzó aquí el pasado mes de septiembre como candidato principal y aquí termina», declaró el alemán, quien podría hacerse con la mitad del mandato al frente de la Eurocámara como premio a su renuncia.

Fracaso negociador

Los grandes perdedores de la contienda fueron los socialdemócratas, que pasaron de acariciar el cielo de la Comisión Europea en manos de su candidato, el holandés Frans Timmermans, a conformarse con una cuota de poder insignificante con el cargo de alto representante de Asuntos Exteriores, en manos de Borrell y una presidencia parcial de la Eurocámara, puestos de escasa influencia que ya ocupaban. La presidenta del grupo parlamentario socialdemócrata del PE, Iratxe García, no escondió su «profunda decepción» por el resultado de la cumbre. Una visión que contrasta con la del presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, quien calificó de «extraordinario» el pacto y reveló que una de las carteras económicas del futuro Ejecutivo «será para un Gobierno socialdemócrata». No será para España que renunció a una posible cartera económica para la coruñesa Nadia Calviño, ahora ministra de Economía en funciones.

La estrategia negociadora del madrileño naufragó al poco de llegar a la cita, aunque Sánchez trató de sacar pecho al asegurar que «España ha vuelto» al ruedo. Entró en la sede del Consejo Europeo defendiendo a Timmermans de los ataques de los países de Visegrado (Polonia, Hungría, República Checa) y del este: «Hay algunos países que están poniendo en cuestión su figura por haber defendido los valores europeos y los Tratados. Para nosotros eso es inaceptable», deslizó. Pero los líderes europeos no tardaron mucho en sacrificar esos valores para lograr encajar el puzle institucional. Los conservadores resistieron las embestidas de los progresistas para conservar el trono de la Comisión Europea con el beneplácito de Visegrado, Italia y los Bálticos, quienes abrazaron a la ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen.

Una fragmentada Eurocámara echa a rodar su novena legislatura con protestas

C. P.

La novena legislatura del Parlamento Europeo echó este martes a rodar acompañada de altas dosis de dramaturgia, reivindicación y solemnidad en los escasos 20 minutos que duró su primera sesión.

El hemiciclo abrió sus puertas a viejos conocidos y caras nuevas, nada menos que el 61 % de los diputados electos. Desde Silvio Berlusconi, quien a sus 82 años aún ansía protagonismo, hasta la joven danesa Kira Marie Peter-Hansen, quien con solo 21 años será la benjamina de la Cámara. La paridad sigue siendo una asignatura pendiente ya que solo el 40 % de los 751 asientos pertenecen a mujeres. A pesar de la brecha existente, la institución puede sacar pecho frente al Consejo Europeo, donde solo hay cinco líderes femeninas entre sus 28 sillas.

El arranque de esta nueva etapa política viene marcada por la enorme fragmentación política de la Eurocámara (190 partidos representados). Por primera vez en las historia de la UE las dos grandes familias políticas, conservadores (182 escaños) y socialdemócratas (154) no suman para formar una mayoría estable. La familia liberal (108 escaños) y los Verdes (74) serán clave para poder sacar adelante expedientes tan urgentes como la Reforma del Asilo, los presupuestos de la UE para el período 2021-2027 o para poner el sello a un eventual acuerdo sobre el brexit.

La salida del Reino Unido de la UE sigue eclipsando todas las citas europeas y la de este martes no fue una excepción. Los 29 eurodiputados del Partido del Brexit, liderados por el millonario Nigel Farage, dieron la espalda a la cámara cuando la orquesta entonó las primeras notas del himno europeo: «Puede que simplemente no les guste Beethoven», ironizó la Oficina de Exteriores alemana. Los laboristas criticaron este gesto que calificaron de «irrespetuoso» y «patético».

Los promotores del divorcio siguen aferrados a sus asientos en el Parlamento Europeo a pesar de provocar y denostar de forma reiterada a la institución que tendrá que superar su primera prueba de fuego esta mañana.

La sesión se abrirá con la votación del presidente de la Eurocámara tras la maratoniana cumbre de tres días que mantuvieron en Bruselas los 28 líderes de la UE para desbloquear la designación de los altos cargos comunitarios.

Reivindicaciones

El amarillo se convirtió este martes en el color de todas las reivindicaciones dentro del Parlamento Europeo. Los liberaldemócratas británicos portaron camisetas gualdas con el mensaje Stop brexit para exigir al Ejecutivo de Londres que eche el freno de mano a la salida de la UE. La convocatoria de un segundo referendo pierde fuerza ante la perspectiva de que el radical Boris Johnson se haga con el mando del Partido Conservador.

El «brexit» eclipsa todas las citas europeas y la sesión del martes no fue una excepción El amarillo también fue el protagonista de otra reivindicación relacionada con los tres políticos catalanes que sacaron escaño: Oriol Junqueras (en prisión preventiva), Carles Puigdemont y Toni Comín (ambos huidos de la Justicia), ausentes en la sesión constituyente. El eurodiputado del Sinn Féin irlandés, Matt Carthy, exigió al todavía presidente de la institución, Antonio Tajani, pronunciarse en favor de los tres políticos «para salvaguardar la credibilidad de esta casa». El italiano ignoró su demanda.