La ONU culpa al príncipe heredero saudí del asesinato de Khashoggi

mikel ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

El príncipe heredero, Mohamed bin Salman, fue eximido de responsabilidad en la investigación hecha en su país, por la que fueron detenidas 18 personas
El príncipe heredero, Mohamed bin Salman, fue eximido de responsabilidad en la investigación hecha en su país, por la que fueron detenidas 18 personas Hamad I Mohammed | Reuters

La encargada del informe reclama que se amplíen las pesquisas sobre Bin Salman

22 jun 2019 . Actualizado a las 00:03 h.

Tras seis meses de investigación sobre el asesinato de Jamal Khashoggi, la relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, considera a Arabia Saudí «responsable» de la «ejecución extrajudicial» del periodista crítico con la corona de su país, que murió en octubre en el interior del consulado saudí en Estambul. El informe elaborado por Callamard afirma que «existen elementos de prueba creíbles, justificando una investigación suplementaria sobre la responsabilidad individual de altos responsables saudíes, incluido el príncipe heredero».

La investigación del organismo internacional apunta directamente a Mohamed bin Salman (MBS), el hombre fuerte del reino al que muchas miradas apuntaron desde el primer momento como la única persona que pudo dar la orden final de acabar con Khashoggi. En su informe final, la experta pide a los países que imponen sanciones, como EE.UU., que lo sigan haciendo contra 17 individuos por su papel en el asesinato, unas sanciones «que también deberían incluir al príncipe heredero y a sus bienes personales en el extranjero».

El caso Khashoggi, un periodista que escribía en The Washington Post y que estaba autoexiliado en EE.UU., se ha convertido en una especie de culebrón por entregas que discurre entre las filtraciones anónimas a la prensa, las declaraciones oficiales de los protagonistas implicados y el resultado de informes como este de la relatora de la ONU. Las filtraciones fueron las que anunciaron que el periodista fue asesinado de forma brutal dentro del consulado y poco a poco se fue estrechando el cerco sobre el príncipe heredero. Se trata de un proceso lento y con muchas aristas, ya que el joven MBS es la persona de confianza de Estados Unidos y de Israel en el Golfo y las autoridades saudíes han calificado de «línea roja» cualquier acusación contra su persona.

Pasan los meses y el cuerpo del periodista sigue sin aparecer. Khashoggi entró el 2 de octubre al consulado saudí en Estambul tras lograr una cita previa para solucionar trámites personales relativos a su divorcio y nunca más se le vio con vida. Después de 18 días en los que la versión oficial de su país defendía que el periodista abandonó el consulado por su propio pie, Riad cambió el discurso y admitió su muerte «tras una reyerta con las personas que lo recibieron».

Proceso judicial

La casa real ordenó la detención de 18 personas, cinco de las cuales pueden ser condenadas a muerte, y destituyó de manera fulminante al número dos de los servicios de inteligencia, Ahmad al Asiri, y a Saud al Qahtani, asesor y mano derecha de MBS, pero eximió de cualquier vinculación al príncipe. Riad quiso pasar página cuanto antes, pero ahora deberá enfrentarse a las acusaciones de la relatora de la ONU.

Khashoggi no es el primer periodista saudí desaparecido en el último año -Reporteros Sin Fronteras denuncia al menos otros dos casos-, pero la forma en la que se produjo y el nivel de popularidad que alcanzó por sus columnas en The Washington Post han hecho que el caso despierte atención mundial.