Masacran a un poblado en Mali por un ajuste de cuentas entre grupos étnicos

P. M. / R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Las primeras hipótesis de la matanza de hoy indican que pudo tratarse de una venganza por el ataque el pasado marzo que tuvo lugar en el poblado de Ogossagou, también en el centro de Mali, y que se saldó con 157 muertos
Las primeras hipótesis de la matanza de hoy indican que pudo tratarse de una venganza por el ataque el pasado marzo que tuvo lugar en el poblado de Ogossagou, también en el centro de Mali, y que se saldó con 157 muertos HANDOUT | Reuters

Hay más de treinta desaparecidos y las acusaciones sobre el ataque apuntan a la etnia peul

10 jun 2019 . Actualizado a las 20:32 h.

El Gobierno de Mali informó ayer de una matanza en un pueblo de la etnia dogon que se saldó con 95 muertes y una treintena de desaparecidos. Los observadores de la zona opinan que se trata de un ajuste de cuentas entre dos grupos étnicos que han aumentado sus hostilidades en los últimos cuatro años.

La matanza tuvo lugar de madrugada en Sobame Da, perteneciente a la región central de Mopti. Según varios funcionarios y políticos comunales de Mali, un grupo armado accedió al pueblo de madrugada e incendió las casas de los dogon mientras dormían. También disparó contra las personas que trataban de huir y contra el ganado.

El Ejecutivo ya ha desplegado unidades militares para perseguir a los autores de la mayor matanza perpetrada en Mali desde hace meses. Fuerzas militares consultadas por el diario francés Le Figaro aseguran que también se produjeron saqueos y que el pueblo, que antes del ataque tenía 300 habitantes, ha quedado arrasado.

Las acusaciones sobre el ataque apuntan a la etnia peul, que el pasado marzo sufrió un ataque de los dogon en el poblado de Ogossagou (también en el centro de Mali) que se saldó con 157 muertos. Esta escalada de violencia étnica ha aumentado desde el 2015 tras la irrupción del grupo yihadista Katiba Macina, liderado por Amadoun Koufa, que alienta a los grupos de agricultores y pastores locales a enfrentarse entre ellos para provocar caos e inestabilidad y facilitar que los terroristas puedan venderles armas. Koufa también realiza estas acciones en Burkina Faso.