Trump retira la amenaza de imponer aranceles tras el acuerdo migratorio con México

Carlos Pérez Cruz WASHINGTON / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

JOSE TORRES | REUTERS

Todos los inmigrantes solicitantes de asilo que crucen la frontera de forma irregular serán devueltos en espera que se resuelva su caso

08 jun 2019 . Actualizado a las 14:53 h.

No habrá aranceles a las importaciones mexicanas. Donald Trump apagó su propio incendio a la semana exacta de prender fuego a la relación de Estados Unidos con México. El propio presidente anunció a través de Twitter que ambos países habían alcanzado un acuerdo, por lo que Trump suspende “indefinidamente” la amenaza de aplicar tarifas a los productos importados de México. La medida iba a entrar en vigor el próximo lunes y suponía un gravamen inicial del 5 % a los productos procedentes del país vecino que podría haber causado importantes daños a la economía de ambos países.

Pasadas las nueve de la noche (3 de la madrugada en España), el ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, dio lectura al comunicado conjunto de un acuerdo que calificó de «equilibrado». En él se puede leer que México se compromete a «dar pasos sin precedentes para frenar la migración irregular». Entre las medidas pactadas figura el despliegue de la Guardia Nacional mexicana, «dando prioridad» a la frontera con Guatemala. Un despliegue que México había hecho público el pasado jueves y que, según Ebrard, «empezará el lunes». Además, el Gobierno mexicano se compromete a «tomar medidas decisivas para desmantelar las organizaciones de tráfico de personas». 

El acuerdo no recoge, sin embargo, uno de los objetivos que se había propuesto Estados Unidos: convertir a México en «tercer país seguro». De acuerdo a las declaraciones de Ebrard ante la prensa, fue una idea que los estadounidenses pusieron sobre la mesa en la primera de las reuniones de esta semana y que ellos rechazaron. En caso de haberse pactado, Estados Unidos hubiera devuelto a territorio mexicano a los migrantes solicitantes de asilo, al considerar que México ofrece las mismas garantías que su país. 

Marcelo Ebrard oficializó que su país aceptará dar cobijo «por razones humanitarias» a aquellas personas que soliciten asilo en Estados Unidos mientras esperan que se resuelva su caso. Les ofrecerán «trabajos, salud y educación» durante el tiempo que tarden en recibir una respuesta. Una medida que los norteamericanos habían implementado ya de manera unilateral y que hasta el momento ha afectado a 8.000 personas. 

Estados Unidos se compromete por su parte a «promover el desarrollo y el crecimiento económico» del sur de México y acepta apoyar un plan de desarrollo promovido por el Gobierno de López Obrador, junto a los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala, para fomentar el desarrollo de los países de los que salen la mayoría de emigrantes hacia territorio estadounidense. Un plan para el que Estados Unidos había comprometido 5.800 millones en diciembre del año pasado, hasta que Trump decidió cortar la financiación de estos países. El objetivo es que «los ciudadanos de la región puedan construir mejores vidas» en sus propios países.

 Estados Unidos y México acordaron que «en el caso de que las medidas adoptada no den los resultados esperados, tomarán otras acciones» en el plazo de los próximos tres meses.