Colombia asciende al jefe del Ejército pese al escándalo de las ejecuciones extrajudiciales

Héctor estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El general Nicacio Martínez, comandante del Ejército de Colombia, estuvo presente en la votación
El general Nicacio Martínez, comandante del Ejército de Colombia, estuvo presente en la votación Mauricio Dueñas Castañeda | Efe

El país revive el fantasma de los «falsos positivos», como se conoce a la trama militar para hacer pasar por guerrilleros a civiles abatidos

07 jun 2019 . Actualizado a las 15:50 h.

Nicacio Martínez Espinel se ha convertido en el centro de todas las miradas en Colombia. El Senado aprobó este miércoles el ascenso del cuestionado jefe del Ejército al rango de general de cuatro soles. Su promoción se produce mientras es investigado por la Procuraduría (que intenta determinar si sus decisiones más recientes pusieron en riesgo a civiles) y poco después de salir a la luz pública que, entre octubre del 2004 y enero del 2006, fue el segundo al mando de una brigada señalada por haber perpetrado una veintena de presuntas ejecuciones extrajudiciales de civiles conocidas como «falsos positivos».

El senador y expresidente Álvaro Uribe hizo una vehemente defensa de los militares colombianos: «Mientras los ejércitos del continente estaban al servicio de dictaduras, estas Fuerzas Armadas estaban y están al servicio de la democracia. Y cuando se han apartado de las normas, los individuos que lo han hecho han sido ejemplarmente castigados». Aprobaron el ascenso su partido, el Centro Democrático, que también es el del presidente, Iván Duque, además del Conservador, Liberal y Cambio Radical. Estas dos últimas formaciones habían tumbado las objeciones de Duque al pacto de paz con las FARC, hace un mes.

Después de más de tres horas de acalorado debate, el ascenso fue aprobado por 64 votos a favor y uno en contra en una Cámara compuesta por 108 senadores. El resto se ausentó ante la imposibilidad de votar exclusivamente el ascenso de Martínez junto con el de tres promociones de policías y militares.

Martínez, nombrado jefe del Ejército en diciembre, había sido señalado por The New York Times por haber promovido una directiva que exigía a sus subordinados duplicar las bajas y capturas en combate, sin requerir, «perfección» ni «total exactitud» cuando ejecutasen «ataques letales», poniendo en riesgo a civiles. El Ejército negó tal extremo, pero acabó retirando una de las polémicas circulares mentadas por el diario neoyorquino y la Fiscalía inició su investigación. 

Fantasmas del pasado

La revelación del NYT revivió en Colombia el fantasma de los «falsos positivos», como se conoce a la trama militar que consiste en hacer pasar por guerrilleros a civiles abatidos. Los militares llegaron a vestir de uniforme y colocar armas a campesinos, obreros o jóvenes. Las oenegés denuncian hasta 5.000 ejecuciones extrajudiciales durante la Administración Uribe (2002-2008). La Fiscalía contabiliza al menos 2.248 casos entre 1998 y el 2014, el 97% se habrían dado durante el mandato de Uribe. El diario El País reveló el pasado martes, además, que Martínez fue el segundo al mando de la X Brigada Blindada, que la Procuraduría acusa de llevar a cabo 23 supuestas ejecuciones extrajudiciales, incluyendo una masacre indígena. El líder del Ejército no ha sido ni investigado ni acusado formalmente.