Reunión clave para evitar la guerra comercial entre Estados Unidos y México

Carlos PÉrez Cruz WASHINGTON / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El flujo de migrantes por el río Suchiate continúa pese al refuerzo de las medidas de seguridad de México
El flujo de migrantes por el río Suchiate continúa pese al refuerzo de las medidas de seguridad de México Luis Villalobos | Efe

Trump mantiene su amenaza de gravar todas las importaciones del país vecino si no detiene el flujo migratorio, a lo que se oponen varios congresistas republicanos

05 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, se reúnen hoy en Washington para buscar una solución que desactive la entrada en vigor de los aranceles que Donald Trump amenazó con aplicar a todas las importaciones mexicanas a partir del próximo lunes. El objetivo del presidente es que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador detenga el flujo migratorio centroamericano que cruza su país camino de Estados Unidos, aunque en ningún momento ha especificado qué medidas concretas exige aplicar para lograr tal fin. Un  para resolver un problema migratorio que podría tener graves consecuencias económicas para ambos países. En lo que llevamos de 2019, México se ha convertido en el primer socio comercial de Estados Unidos, por delante de China y Canadá.

En las horas previas, mensajes cruzados y contradictorios. Al «optimismo» de López Obrador le respondía Trump desde Londres con su predicción de que «lo más probable» es que los aranceles entren en vigor el día 10. De ser así, Estados Unidos gravará en un 5% las importaciones mexicanas e incrementará un porcentaje semejante cada primero de mes hasta alcanzar un máximo impositivo del 25% en octubre si considera que México no hace lo suficiente. Trump vaticinó que México pagará mientras López Obrador confiaba en lo contrario, «porque hay indicios de que a los funcionarios de Estados Unidos les importa que haya un acuerdo».

La delegación mexicana en Washington, encabezada por Marcelo Ebrard, situaba ayer la posibilidad de llegar a buen puerto «en un 80 %». En una rueda de prensa en la Embajada de su país, Ebrard subrayó que «México ya está haciendo un esfuerzo grande», aunque admitía que comparte la preocupación «por el importante incremento que estamos viviendo del flujo migratorio». Solo en marzo y abril, los agentes aduaneros estadounidenses detuvieron a alrededor de 100.000 personas cada mes, la mayoría de ellas familias de países centroamericanos que buscan asilo en los Estados Unidos.

La posición de México es una combinación de «dignidad con eficacia», defendió Ebrard. La delegación mexicana lleva en Washington desde el viernes y ha mantenido varias reuniones, incluidos encuentros con los secretarios de Comercio y de Agricultura de la administración norteamericana. Para hacer frente a esta nueva arremetida, México podría llegar incluso a contar con la ayuda del Congreso estadounidense, molesto por esta nueva guerra comercial. Varios congresistas republicanos han mostrado su oposición, aunque Trump descartó una revuelta de su partido que calificó de «ridícula». 

Restricción de viajes a Cuba

Estados Unidos sigue endureciendo su bloqueo a Cuba con el objetivo de evitar «el enriquecimiento del Ejército, la seguridad y la inteligencia cubanas». A partir del 5 de junio, quedan prohibidos los «viajes educativos grupales», la fórmula más habitual con la que los ciudadanos estadounidenses buscan la manera de viajar a la isla. Igualmente denegará permisos a aviones y barcos privados.

Un duro golpe a la economía cubana y al pujante sector turístico que había crecido desde el deshielo iniciado en 2014, y en el que han invertido empresas españolas.